sábado, 25 de julio de 2009

Like Alessa Gillespie

Ocurrió hace mucho tiempo.
Yo solo tenía 4 años de edad.
Estaba jugando a las escondidas con mi mamá en casa. En esos momentos tenía una nana llamada Lucy que me quería mucho y años después desapareció, para reaparecer tiempo después.
Pero esto no de ella... no del todo .
Estaba jugando con mi mamá cuando a ella le tocó contar y tuve que esconderme en cualquier lado. Fui a su habitación corriendo y me iba a ocultar en un espacio que había entre su cómoda y la pared, riendo y segurísima que jamás me encontraría.
No recuerdo muy bien como fue, porque yo era muy pequeña. Solo se que en cuestión de segundos yo estaba en el Hospital Del Niño, en una zona de paredes verdes, con doctores a mi alrededor. Una de las que estaban ahí me echó en una camilla y comenzó a examinarme las piernas.
Perdí la noción del tiempo y del espacio. Días después estaba en casa, como siempre.

Una plancha hirviendo.
Me había quemado las piernas con una maldita plancha hirviendo con solo 4 años de edad porque a la nana se le había ocurrido dejar la plancha en ese hueco. Iba a sentarme porque no podía entrar y entonces fue como me quemé.
No recuerdo como dolía ni lo que me hicieron en el hospital pero ahora puedo reflexionar un poco sobre las consecuencias de aquel accidente. La aspereza de mi piel en esos lugares es solo una marca de lo graves que fueron las quemaduras.
Fue el accidente que marcó mi línea del tiempo.
Me marcó a mí, a mi mamá...

Fui como Alessa Gillespie , yo también me quemé.
Y la verdad, es solo otra desgracia en toda mi lista.
Aunque suene pesimista y detestable decirlo, pero es la verdad.
Y contra la verdad, yo no puedo luchar.
Ni ustedes tampoco.

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