viernes, 24 de julio de 2009

Cap. II: La máquina del tiempo

Una soleada tarde de Febrero, Zefin estaba terminando de leer un curioso libro de biología en la mesa de su estudio, quejándose mentalmente del sol que no le dejaba trabajar en bien. Entonces fue cuando Rafen tocó la puerta de la casa.
Zefin abrió y ella entró temblorosa, sentándose de repente en uno de los sillones.

-Oye ¿Pasó algo?
-No, la verdad no-. Pese a la tembladera, sus palabras sonaban sinceras -Quería hablar contigo.
-Ya he terminado lo de biología. ¿Qué ocurre?

Rafen suspiró y dijo en resumen que había estado reflexionando a cerca de las imágenes que la ficción mostraba al rededor de la historia, que había comenzado con el arte rupestre (que ella supiese hace más de 200 años la gente también tenía imaginación) y había terminado con las películas y series televisivas.


-El decepcionarse por culpa de los medios de comunicación no es anormal, siempre pasa- repuso Zefin encogiéndose los hombros.
-Lo se ¿Y siempre ha sido así? Hay gente que dice que quisiera haber vivido en tiempos antiguos porque eran mejores que estos, pero la verdad he empezado a dudar que anteriormente las cosas hayan sido perfectas.
-Viendo todo del lado realista las cosas jamás han sido buenas. Pero podemos hacer algo para saciar tu curiosidad.
-¿Internet?
-Mecánica.


Durante el resto de la semana Zefin y Rafen estuvieron trabajando en una máquina del tiempo. Como el mundo donde vivían se parecía a este pero no es igual, ya que estaban (por decirlo así) más evolucionados, no demoraron más de 9 días.
Finalmente, entraron y recorrieron la Historia, descendiendo hasta llegar al Neolítico, donde las recibieron alegremente y les pintaron el rostro.
Cuando regresaron Rafen sonrió y Zefin le dio una palmada en la espalda.


-No te angusties, ya comprobaste que la decepción ha existido siempre. Sea lo que sea, ya no vale la pena. Aprovecha el tiempo que te queda de vida, cualquier día de estos el colisionador de hadrones nos matará a todos.
Se dieron un abrazo y fueron a tomar algo.

Continuará...

1 comentario:

Ian Moone. dijo...

Estás demente. Te quiero ♥