Me conoces desde hace 16 años y sin embargo siento que a mi me falta mucho. Será porque siempre hago pocas preguntas y que si alguna vez digo que te amo, pero te amo en serio, es cuando estoy llorando y tengo el corazón destrozado por las cosas que pasan. Si alguien sabe de dolores y tristezas, eres tú. ¿Cuando voy a aprender? No te he dado el espacio que mereces, parece que ya hasta me olvido de ti y hasta te reemplazo con cualquier clase de personas y cosas pensando que las cosas van a ir mejor, pero no es así. Escúchame, nunca he sido una persona del todo resistente, tú que me conoces incluso desde antes de nacer, sabes que sonrío, me porto bien y hago creer que las cosas van de maravilla hasta que un día sorpresivamente rompo en llanto y vaya, mi vida se fue a la basura de nuevo.
No puedo olvidar las millones de veces que me he puesto a llorar hablándote por las noches y he rogado que por favor me quites el dolor de mi corazón y hagas que las cosas vayan muy bien. Te he rogado por ángeles, por milagros, por tu cuidado sobre mis amigos y mi familia, incluso sobre las personas que me hirieron de muerte y ahora caminan sin ningún remordimiento.
Siempre te he necesitado y quisiera estar a tu lado todo el tiempo que me queda. Escúchame, necesito que me ayudes a arrojar todo el veneno en el cual me ahogo cada vez que te vas. No, no es eso, jamás te has ido, he sido yo la que me alejo y me voy riendo como si hubiera algo mejor que estar a tu lado.
Te debo todo lo que soy ¿Cuándo voy a aprender mi lección? ¿Cuándo voy a saber que tenemos que estar juntos porque eres la única persona que me amará hasta el final y me cuidará de todo? Me humillaría y lloraría cien mil años si me lo pidieras, aunque no sería tan difícil. Tengo tanta tragedia y tanto mal dentro mío que sufrir es lo más fácil que me podrías exigir.
Perdóname.
Perdona todas las veces que no te escuché, que te dejé solo. Me llamabas y me esperabas con los brazos abiertos y yo te dejé, te ignoré, ignoré tu voz, tu llanto, tu mirada, tus sentimientos y lo hice consciente de todo.
Por favor, quiero regresar contigo, quiero estar contigo toda mi vida y que no nos separemos jamás porque eres la única persona que me entiende a la perfección.
Te he estado buscando en la oscuridad de mi vida, Jesús.
Porque tú has sido mi única luz, mi única verdad.
Todo lo que necesito para levantarme, para seguir.
Nunca me iré de tu lado, te lo prometo.
Con infinito amor,
Barbara.
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