domingo, 30 de octubre de 2011

Víspera De Halloween

Nunca supe lo que era disfrazarse y salir a pedir dulces. Hace muchos años, cuando yo era pequeña, era más normal ver a gente vestida de una serie de personajes tenebrosos caminando por la calle, con el tiempo se hizo menos frecuente y ahora solamente veo a niñas disfrazadas de princesas y mocosos en trajes de Power Ranger. Oh vamos, podría ser peor.
Lo único bueno de Halloween son las películas de terror que no me atrevo a ver, las telarañas de algodón en las ventanas de las tiendas y los góticos saliendo a pasear por la noche como una procesión siniestra. Me encanta observarlos, desde pequeña siempre los he admirado y secretamente envidiado por vestirse como quieren sin problemas. Mis intentos por adaptar ese estilo fúnebre se quedó congelado hasta ahora. Me  visto siempre de negro, pero no puedo conseguir cadenas ni botas militares. 
Hace unos minutos terminé de ver REC, la primera película y admito que me gustó. No tanto por el hecho que me diera miedo terrible, si no porque me llenó de angustia. 
Ah la angustia. 
Estoy en vísperas de Halloween y quizás esta sensación rara que tenga se deba a que he estado estornudando todo el día porque en la mañana tuve un brusco cambio de temperatura. Después de haberme dormido en distintos lugares de la casa y a distintas horas de la tarde, me siento ligeramente mejor.
Inexplicablemente (oh vamos, no es cierto) no sé porqué tengo cierto miedo de ir mañana al colegio. ¿No les parece absurdo? A mi sí. Hoy he luchado para no sentirme triste y he triunfado, pero no del todo. 
Aún queda algo que me está molestando y es absurdo, debería de desahogarme en poemas y esperar a que se haga tarde para irme a dormir y esperar que mañana sea un día mejor.
No puedo imaginarme yendo a clases mañana, cruzando pasadizos con mi violín en la mano y tomando el autobús por la tarde. Espero que alguien esté comprendiendo directamente lo que quiero decir porque estoy encubriendo una verdad con tantas palabras. 
Me estoy volviendo loca, oh vamos ¿Más todavía? Está bien, estoy diciendo cosas sin sentido. 
¡Tengo el corazón tan lleno de heridas a punto de abrirse hasta la más bella de las hemorragias! 
Olvídenlo.
Poco a poco siento que me voy acercando a esos bordes en donde la vida misma te da igual. 



Un beso en la mejilla, 
Req. 




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