Hoy día no tengo clases de francés y de todos modos me desperté a la hora necesaria. Me forcé a dormir un poco más y hasta acá llegué: 7:52 de la mañana. Es el cumpleaños de mi mamá, si mis cálculos no me fallan y también el de mi mascota. Coincidencias de la vida.
Peculiarmente siento este día lleno de una vibra positiva. Han comenzado mis vacaciones, no jalé nada, me veré con ciertos amigos si hay suerte y se me perdió la tecla Bloq Mayús, así que ahora tengo que presionar un suave botón circular a la mitad de los plásticos y los cables del teclado. Me da igual, serán cosas del destino.
Mis antojos vacacionales |
Esta entrada, aunque parezca un vómito de las trivialidades de mi vida, no tiene necesariamente esa función. Necesito tranquilizarme y dejar por un tiempo (un día me parece suficiente) los poemas y las cosas tan hermosas que me rodean en los últimas semanas, meses; más por una cuestión de tedio que de bloqueo. Ver este oscuro blog tan lleno de felicidad e imágenes suspirantes me parece extraño, me pregunto si eso estará mal ¿Qué es lo que me está molestando por momentos? Quizás que la Noche De Cristal ha recibido mis penas, pensamientos y temores por mucho tiempo y la mayor parte de ellos no han sido más que tragedias y escupitajos de mis dramas personales. El amor, la poesía romántica y los temas coloridos siempre han sido poco frecuentes y creo que me hace falta un poco de costumbre.
Pero ahora que lo pienso amigos míos ¿No fue acaso creado este sitio para recibir lo que me nacía del alma? ¿Y qué pasa si eso que me nace no es más que felicidad y la más sana ilusión de mi vida?
Como dije, falta de costumbre.
Quizás me haga falta una historia con mis finales en donde todos mueren y la gente bonita termina mal por su narcisismo.
Tengo mucho que contarles, pero espero pacientemente a un evento que veo venir, para narrar con todo detalle la noria colorida en la que me subo todos los días. Ah, ustedes pueden imaginarse.
Poco a poco, amigos míos, paso a paso.
Ayer mi país ganó a Paraguay 2-0 y grité muy emocionada, vi que la gente se abrazaba en las calles y fue perfecto. A pesar de todo, ayer fue otra felicidad la que me invadió y me hizo dormir con una rara sonrisa dibujada en el rostro.
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