¡Cuánto te quiero, luciérnaga de mi medianoche!
¡Cuánto te sueño, cuánto te espero!
Y me mantengo en silencio, mirando a la linea horizontal
de un amanecer, un atardecer, los astros muriendo
para que no me veas iluminada, por la luz de tu mirada
¡Cuánto te quiero, colibrí de mi primavera!
¡Cuánto te pienso, cuánto te observo!
Y me mantengo en sonrisa, viviendo en el silencio profundo
de el océano de tu paciencia, una ilusión, una nube y un abrazo
para que no me notes soñar, por el dulce de tu dulce mirar
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