domingo, 30 de octubre de 2011

Locura De Un Silencio


"Tu escribes tus poemas y crees que todo está bien. Con tus cuadernos oscuros y de colores, medio llenos o repletos, tú con tus versos y el hombre que amas con devoción y ceguera.
No podrías amarme a mi como lo amasa él, porque mi poesía está marchita, se ahoga de pena y simpleza, de lujurias y de protesta.
Te miro tan feliz y te odio con locura, porque no puedo ser parte de esa atmósfera. Yo no creo en nadie, no escribo poemas, solo lloro de cólera, solo escribo cuando te deseo.
Pequeña poeta, hada de mis infiernos, jamás podré  tocarte, ni un solo beso en tu mejilla tersa ni un abrazo en el mapa de tu cuerpo tan ribio.
Y tú, ángel maldito, lo amas a él, él que comprende tu poesía, que cuida tus sueños, que descifra los laberintos de tu boca de primavera.
¡Ah, desdichado de mi que los observo dormir en el mejor de los placeres e inhalar los aromas del amor puro, santo y pecaminoso! Maldita sea mi fridaldad y mi vacío interno, mi hambre de tu piel y la sed de tus aguas. El amor imposible, observándote ser feliz.
Observándote amar.
Oh, amar a todos ¡Menos a mi!" 

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