De su corazón florido nacían las malezas,
como las rosas negras de su pasado de primavera
solo quedaban los rastros lascivos de su mirada turbada
los rastros de su carnaval de la muerte
El carmín descontrolado de su historia de silencios
amantes de papel como placeres de autobús
solo observo el rastro triste de sus órganos dormidos
el rastro de lo que antes vivió en él
Más allá de sus risas del veneno dulce y caducado
son los relatos melancólicos de su alegría cansada
yo solo siento el rastro miserable de sus juegos animales
el rastro de lo que él solía ser
Será su amor que nunca llegó y sin embargo respiraba
o su pecho tibio en donde durmieron nuestras mentiras
solo recuerdo el rastro muerto de su ausencia
el rastro de lo que espero no volver a ver
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