martes, 24 de enero de 2012

Alcoholismos

Hoy día tocó: Sangría 


Quizás exageré. No, no voy a desaparecer por tanto tiempo, fue simplemente la consecuencia de haberme puesto a llorar como no lloro desde noviembre y de encerrarme en el baño como una tonta. Perdonen, perdonen, mea culpa, no debí de haber puesto tamaño aviso, soy una persona tontísima y exagerada. 
Me pican las orejas, me queman las mejillas, no siento mis pensamientos y supongo que es porque me fui a comer con mi mamá y mi primo para desearle suerte en su viaje y tengo la mejor sangría de Lima recorriéndome las venas desde la cabeza hasta los pies. Palabras coloniales, comunes, campechanas, sí, estoy ebria.
Mala suerte. No me sentía tan relajada desde la fiesta de promoción de diciembre llena de licores exóticos recargados de hielo para bajarles el porcentaje de alcohol. Cosa de niños, ah, pero tomar es malo, es decir, consumir alcohol en grandes cantidades es nocivo, le hace mal a tu cerebro pero muchos dicen que es como un bálsamo para el alma.
Desde puntos de vista éticos y religiosos se supone que esa idea es totalmente contradictoria, pero lo digo por mi poca experiencia con neófitos en el pequeño mundo de los ebrios adoloridos. Cosa que escribí ¿Por qué? Porque la mayor parte de mis amigos siempre toman, beben, se divierten y corren por la calle en la madrugada cuando ya sienten que sus espíritus salieron de sus cuerpos y luego se ocultan detrás de los autos por miedo a ser descubiertos por autoridades mayores. Ah sí, pura experiencia, lo máximo que he hecho, probablemente y que siempre hago, es dar discursos de temas de importancia mundial. 
Pero la pregunta de ahora mismo no es quién está molesto conmigo si no quién no lo está. Detrás de la primera cartulina encuentro algo que dice "Es tu imaginación porque el doctor dice que tienes indicios de una leve paranoia" y detrás de la segunda cartulina, al lado de la modelo rubia que está buenísima dice "Es porque tus bipolaridades y trastornos te han hecho un ser desesperante". Al final del concurso, en el último cartel, dice algo como "Nadie te tiene paciencia". 
No elegí ninguno porque me descalificaron del concurso de la adivinanza. Así es, me he peleado con el mundo y el mundo se ha peleado conmigo y solo, solamente, en algunos casos, me da curiosidad saber la absurda base del asunto.
Pero otro lado, me alegra que todo se vaya al carajo de vez en cuando.
Es decir, la paciencia es algo humano y al ser humano tiene fronteras y puntos de encuentro, de ebullición, por supuesto.
Anoche cerré mi Facebook.
No me arrepiento. 

Con amor,
Req.  

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