No... ni siquiera puedo llamarle doble vida porque quizás son solamente juegos míos. No se quién demonios me creo, qué clase de autoridad tengo para jugar con la mente de las personas como si fueran trenes o muñecas o caballitos de madera.
Sonreírle a extraños, indirectas espantosas que solamente le pueden pertenecer a una persona que no soy yo, a una puta, a una chica normal que está aburrida...
No carajo, yo no soy nada de eso, no pienso serlo tampoco.
No se exactamente qué es lo que me está pasando. Que desde hace semanas estoy con estos juegos tan peligrosos, que desde el viernes mi cerebro se ha detenido y no puedo concentrarme en nada. Todo se me cae, todo pensamiento lo dejo volar y quizás un cansancio que no tiene ninguna clase de causa... junto con unas increíbles ganas de beber.
Y tomar cualquier botella de alcohol, tomar hasta la última gota, que me arda la garganta y me duela el esófago, que mi cerebro se balancee y mis ojos sientan las consecuencias de la bebida. Reírme porque recuerdo los buenos momentos que tuve con gente agradable...
Los buenos momentos que tuve con...
Con personas que no se largan y agradezco que sea así.
Reflexiono cada cinco minutos, lloro sin razón aparente a la mínima canción y los medios de comunicación me asesinan con mensajes subliminales, con programas detestables, con canciones que son como una puñalada, con películas que no ayudan en nada a mi mente en total descontrol.
No se que es esto...
Pero por favor...
Necesito que se detenga...
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