Quizás debería de dejarles un acertijo, quizás algo un poco más cercano para que sepan que las cosas no son tan malas, digo... quién iba a pensar que me iba a poner de tan buen humor.
Vino en el almuerzo, una visita nocturna y un sueño interrumpido por la realidad que me dice que tengo que ir a Miraflores por mis clases de inglés.
Lo decía el profesor Soto: That's life.
Hoy llegando al salón descubrí que no estaba y en vez de él entró una mujercita pequeña de gafas que no esta nada mal... pero no se compara a las clases perfectas del profesor Soto, que nos contaba sobre cosas reales, una infancia que fue real, una juventud alocada, lo estúpido que es el matrimonio según él y sobre sus conciertos donde toca el bajo como Satán. Todo eso sin ser presumido, ni odioso... diciéndome "Eres demasiado buena alumna e inteligente como para considerarte alguien promedio".
Cómo amo a ese hombre. Me ha enseñado más que Passive y Active.
Quizás el hecho que Soto se haya ido me ha hecho sentir un poco deprimida, aunque como de costumbre sigo haciendo reír a la gente de mi entorno. Como el sábado pasado, como ayer y como siempre será. Creo que ¿Las bromas ayudan a hacerme olvidar de mi mal humor? Joder, yo no se nada ya.
Pero quiero decir unas cosas más antes de terminar esta entrada que no tiene ninguna clase de sentido. Y esto no tiene que ver con el profesor Soto.
El alcohol no es la única cosa que me hace feliz.
Puedo sonreír sin que me hagan cosquillas (se jodieron, yo no tengo cosquillas).
Tengo demasiadas razones para poder continuar con ganas de levantarme.
De reírme sola.
De escribir.
Él es la cosa más bella que he visto en todos mis años de existencia.
No puede existir un ser tan increíblemente sutil como él.
Porque sus defectos son adorables y sus fortalezas son admirables.
Demonios,,,
Hay cosas que nunca en la vida voy a poder superar.
Lo malo de llorar dormida...
es que las lágrimas fastidian
cuando caen cerca de la oreja
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