Ha llegado el momento de tomar un descanso. Yo lo se... digo, ya me estoy convenciendo lentamente de eso. Puedo escuchar My Inmortal todo el día y repetirme la letra una y otra vez hasta memorizarla (como si no la supiera). Pero me niego a llorar, a soltar una mísera lágrima por tonterías de este tamaño. No han habido peleas, ni frases hirientes, ni sonrisas inocentes ni canciones corta-venas. Solo silencio por unos segundos y una conversación con alguien que detesto por razones evidentes... pero no las puedo nombrar ahora.
Ya no voy a quedarme aquí.
Ya no voy a quedarme aquí.
No voy a esperarte porque nunca vas a regresar y aunque estés a kilómetros de distancia vas a seguir desaparecido, como hoy, como la semana pasado, como dentro de 500 años.
Quizás las advertencias eran reales.
Y ésta vez mis respuestas terminaron matándome, en especial cuando me di cuenta que sí eran reales.
"Vivo alimentándome de fantasías..."
Solo fantasías y personas que no existen. De un nombre que está en la guía telefónica pero yo sigo creyendo que no existe, que nunca existió, que fue un fantasma adorable dentro de mi mente y ahora tengo que darme cuenta que tiene cosas que yo no sabía.
Ahora cuando puedo abrir los ojos me doy cuenta que no quiero.
Arrancarte de mí va a ser más doloroso de lo que pensaba...
Pero es bueno que nunca vas a tener la menor idea, quizás así te ahorre el remordimiento de haberme hecho sentir mal durante los últimos largos tiempos.
Ya vete.
Dime buenas noches una vez más...
Ya no se que hacer contigo.
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