Agradecimientos: Gracias a Dee Dee de nuevo por arrancarme las risas convulsivas. Creo que esto fue mucho o todo pensado en ti. Se felíz.
Miró hacia el vacío una vez más. La verdad es que no era un vacío, solo era su habitación, la cama destendida, la pared con el póster de su grupo favorito y la luz blanca ya muy débil. Se pasó la mano por el cabello negro y largo, para luego apoyarse en la pared, demasiado cansado como para pensar en algo más.
No había corrido una maratón, no había perseguido a un choro o había escapado de la policía. No. Solo estaba agobiado por problemas y deseaba descansar, pero sus ojos no se cerraban.
No había corrido una maratón, no había perseguido a un choro o había escapado de la policía. No. Solo estaba agobiado por problemas y deseaba descansar, pero sus ojos no se cerraban.
Se puso a meditar sobre los últimos años de su vida.
Podía recordar las llamadas telefónicas a las cinco de la mañana, las amanecidas con sus amigos en cajas de chelas en el piso, los videos en Youtube de sus fines de semana de locura, las conversaciones en MSN y todas las veces que había sido de gran ayuda a muchas personas... así como también muchos le habían ayudado.
Podía recordar las llamadas telefónicas a las cinco de la mañana, las amanecidas con sus amigos en cajas de chelas en el piso, los videos en Youtube de sus fines de semana de locura, las conversaciones en MSN y todas las veces que había sido de gran ayuda a muchas personas... así como también muchos le habían ayudado.
No sabía que carajo tenía, nunca se había sentido tan sensible a las reflexiones, NUNCA. Y ahora de repente se le ocurría meditar sobre la vida tan amplia que había tenido.
Por un momento logró sentirse incompleto.
Estaba tan pensativo que no podía hacer lo de siempre. No podía tocarse una de The Ramones en el bajo, no podía llamar a su mejor amigo para joderlo en el trabajo, ya no era capaz de salir a perder el tiempo en la calle, tampoco de bromear sobre putas o planear la fiesta de año nuevo.
Solo podía repetir una y otra vez las imágenes más memorables de toda su vida, de reírse mentalmente y decir una vez más "La puta madre, esos sí que fueron buenos momentos".
Miró hacia la pantalla de la computadora.
Leyó una que otra frase que lucía insignificante pero que lo hicieron sentir mejor.
Dee Dee acarició las cuerdas de su bajo y se sonrió en silencio.
Al día siguiente iba a ser Año Nuevo.
No debía de pasar las últimas horas del año de aquella manera.
Aún habían muchas cosas por hacer
Muchas chelas en la caja.
Y demasiados amigos que joder.
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