Sola en casa. Mi tía regresa a su hogar, se fueron a dejarla al aeropuerto aunque faltan aún unas horas para que el avión llegue y luego se vaya. Escucho canciones que no me pertenecen, estoy tranquila, hace mucho que esperaba estar sola en casa y ahora no tengo una idea cercana de qué me toca hacer. Hablo con amigos para relajarme, tomo gaseosa y me pongo a pensar que últimamente he estado comiendo más de lo que debo. ¿Ansiedad? Es lo más probable, hambre no tengo, solo he estado famélica de conocimiento en los últimos días. Planeo comenzar a leer "María" pero todo depende de cómo vayan las cosas.
Es una novela altamente melosa y con una que otra cosa sentimental, emocional, chiclosa de color rosa. Ya estoy vieja para leer romances, todo depende si podré aguantarlo antes de cerrar el libro y decir "Vaya Bárbara, es cierto que los escritores y poetas vivimos en otro mundo"
¿Ya les había dicho que el martes comienzo el colegio?
No voy al concierto de Paramore el lunes. El sábado es un día que me trae con las manos temblorosas. Voy a regresar a mis clases de violín porque renunciar sería demostrar que cuando me caigo prefiero quedarme en la tierra. Falso: Ya les había dicho que me he propuesto a levantarme aunque esté empapada en lodo.
Hoy iba a sacarme exámenes de sangre pero todo pareció ser olvidado. Qué bien, porque odio las agujas.
¿Saben qué? Supongo que ya se deben de haber dado cuenta que he hecho de todo para estar tranquila en las últimas semanas. Pero me llega el momento de admitir que sigo teniendo esa zona emocional blanda que pocas mujeres pueden quitarse de encima.
¿Seremos unas sentimentales?
No es importante.
Pero sé que todos seremos felices algún día.
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