Hijos míos, mañana regreso a Lima por fin. Hoy he aprendido muchas más cosas, en mis planes futuros, está ahora viajar a hacer limpieza espiritual a muchos lugares.
He pensado las cosas más que otros días, siento que todo va tomando rumbo, orar todas las noches, vuelvo a tener sueños algo grotescos, pero buenos.
En Chile todo lleva más horas dos que en Perú. Estoy algo desubicada en ese sentido, mañana en el avión será increíble ver el aeropuerto peruano de nuevo.
Les recomiendo que cuando tengan problemas, respiren y jamás piensen en lo peor.
Abajo el negativismo y ya se que es raro que yo lo diga, pero LO DIGO. Hijos míos, siempre piensen que lo malo va a pasar.
Lo digo porque he lo he aprendido con el tiempo y por eso he llegado a controlar tanto las tristezas y demás. Tampoco soy una copia del Dalai Lama, pierdo los cabales de vez en cuando.
No se llenen jamás de odios, no odien, no aborrezcan (salvo que sea totalmente necesario) y jamás abandonen.
Les deseo lo mejor. Oh y una cosa que agrego, ya sé que tomar alcohol cuando uno está triste sirve, pero no se aprovechen del asunto.
Paz. Aquí si pequeña y humilde escribidora a casi un día de regresar.
Los quiere y extraña,
Requiem
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