miércoles, 23 de febrero de 2011

Cucrifijos & Ajos

Si yo pudiera ser un vampiro, sería uno muy glotón y minucioso. Ojo al detalle, me refiero a un vampiro brutal con colmillos que chupa sangre hasta sacearse y no un ridículo personaje de Crepúsculo.
Si yo fuera un vampiro, vestiría elegante, impecable todo el tiempo. Los colores no variarían demasiado de los que uso ahora, una escala emocionante del negro al blanco seguidos de un azul marino y rojo oscuro.
Si yo fuera un vampiro, me gustarían elegir víctimas que sigan un patrón en especial. Altos, pálidos y silenciosos. Si yo fuera un vampiro comería sin modales, como una bestia, como un animal. Guiándome en el modelo vampírico de la gran maestra Anne Rice, mi ataúd sería de color guinda con lazos negros, decoraciones en los bordes y un toque especial: tendría ruedas.
Un ataúd con rueditas, perfecto.
Si yo fuera un vampiro, pensaría dos veces en transformar a la gente que quiero. Pensando las cosas bien, no se lo ocultaría a mis padres, a lo mejor me hacen bromas con crucifijos y ajos. A veces suelen burlarse alegremente de mis líos, me gustaría ver qué se les ocurre con eso.
"Toda la noche para comiendo ¿Dónde quedó el estudio?".
Vivir por siempre serviría increíblemente. Aprendería a tocar cientos de instrumentos, leería todas las novelas del mundo, me la pasaría estudiando y aprendiendo idiomas nuevos. Sería el paraíso en una versión extraña y algo siniestra.
Conociéndome, me buscaría compañeros de manera inmediata. Comenzaría quizás transformando a Sarah, me iría con unas amistades escolares y pensaría dos veces en transformar a otra persona. Já, búrlense porque no quiero decir su nombre, me lo merezco.
Si yo fuera un vampiro, no tendría que bañarme, supongo, no tendría que peinarme y mucho menos molestarme en llevarme bien con el resto. Mi único problema sería exponerme demasiado a los rayos del sol.
Tomen nota, en mi condición humana detesto el sol, la luz, las cosas brillantes y no, no me agrada cómo sabe el ajo. Todos detalles a parte, nada de qué preocuparse.
Momentáneamente busco una nueva actitud, busco el perfeccionamiento de mi conducta y el expandir de mis conocimientos. Tal como lo oyeron, me muero de hambre de saber más.
Si yo fuera un vampiro sería increíblemente increíble, salvo por el detalle de la transformación de neofito al ser completo y el hecho que tendría que aprender a matar y succionar de las arterias principales. Bla, bla, por fin me interesarán las ciencias naturales como debería de ser.
Haría reuniones vampíricas para mi cumpleaños y seleccionaria una lista especial de gente malvada y bien nutrida para un entremés.
Dios salve a Anne Rice.

1 comentario:

Reinhardt Langerhans dijo...

Engel [meine lieben Freundin <3] está leyendo a Lestat el Vampiro de la poderosa pluma de Anne Rice. Según me dijo, es un excelente libro :D
Aunque en lo personal, preferiría ser un licántropo >:3 No sé, siento que sacar mi lado salvaje cada luna llena serí algo así como mi súper rumba mensual, jojo...

¡Saludos! n.n