Temas demasiado profundos para una noche de viernes.
Una gran incapacidad para escribir.
Todo el mundo se va retirando y va llegando el momento en que yo debo de retirarme también.
Pero no puedo...
no ahora, que recibo consejos tan buenos en temas sentimentales.
Y pienso en el Príncipe Lunar.
Pienso en Marius... como comencé a llamarlo después de leer Los Miserables por tercera vez.
Marius, que me trae tan distraída en los últimos días.
Y llena de pesadillas musicales, tan bonitas, como su ser.
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