sábado, 13 de febrero de 2010

El San Valentín de Requiem

Era exactamente la medianoche. Afuera hacía un calor de la patada pero Requiem se mantenía firme para no llegar a abanicarse como todas las parejas que estaban a su costado.
De repente se dio cuenta que había dejado de ser Sábado 13 de Febrero.
"Mierda, es San Valentín" pensó mientras llamaba al mesero. El tipo se le acercó y ella le pidió un Vodka. Como nunca, porque cada vez que pasaba por aquel café miraflorino pedía un té o de lo contrario una suave Coca Cola heladísima.
Requiem miró a todas las parejitas que estaban a su lado y se sonrió sin ganas. Sabía que no estaba esperando a nadie, solamente pasaba otra noche en su mesa de siempre, se sentaba a ver como las cosas ocurrían, a leer, a escribir, a inspirarse... y esa misma noche, a embriagarse o por lo menos intentarlo, porque no tenía nada mejor que hacer.
"San Valentín" se dijo mientras agradecía al mesero que ya le había traído su bebida "Que pendejadas pasan en un día como éste".
Tomó un sorbo y esa sensación de ardor en las entrañas le hizo acordar mucho a todas las sensaciones parecidas que había tenido anteriormente con alguien que pudo ser, pero se quedó detenido en el tiempo. "Tonterías" se decía ella para reconfortarse y daba otro trago. No podía olvidar el hecho que él estaba lejos, probablemente sumido en pensamientos parecidos, pavadas de San Valentín, tonterías también porque a ninguno de los dos les gustaba ese día tan colorido y asquerosamente meloso, tan meloso que empalagaba y lo que empalaga demasiado... da nauseas.
Ni mejores amigos, ni desconocidos, ni novios, ni amantes, ni hermanos, ni nada.
Simplemente había sido una historia larga y corta al mismo tiempo, sin ninguna clase de final exacto y mucho menos un comienzo que ella pudiera recordar. Qué decir de él que memoria era algo que probablemente le faltaba en cierto sentido.
Un trago más.
Requiem ya había crecido. Se sentía lo suficientemente fuerte como para recordar toda la historia y no llorar, no deprimirse, no ponerse tan triste como los años pasados, esos tiempos en donde él jugaba a la ronda y ella era la única que se mareaba. Carajo, los juegos inocentes del amor.
Por el contrario, ahora solo se reía, se sonreía porque EN FIN, son tonterías ¿Cierto?.
Ahora era San Valentín... No tenía a nadie frente suyo, no tenía un brazo alrededor del cuello, tampoco entradas de cine ni preservativos en la cajón. San Valentín, otro día como cualquiera ¿A quien carajo le importa los globos rojos y todo lo demás?
Requiem pagó el Vodka, se levantó y acomodándose la boina roja decidió regresar a casa. Aún tenía mucho que hacer, quizás seguir dando vueltas a sus viejas memorias.
Se retiró.

Podía tomar el teléfono y llamarlo a él, después de tanto tiempo de ausencia... una llamada no podía hacerle daño a nadie...





"Feliz San Valentín" le diría solo para molestar, por joder "Espero que estés
bien y que sigas odiando este día de mierda de la misma manera que hace muchos
años. No se tu, yo aún lo detesto. Se feliz, de cualquier manera. No se si
estarás haciendo algo productivo o en un burdel ahogando penas, no me lo espero
de tí, de cualquier manera, de nuevo Feliz San Valentín. Es otro día normal. en Lima..
Lo superarás"



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