jueves, 11 de junio de 2009

Violin Romance

Ahora hay mas cosas que hacen que el profesor E sea infinitamente parecido a ti.
Ambos tienen el extraño y único poder de dejarme muda.
En las últimas clases no he dicho ni una sola palabra, he estado demasiado callada a comparación de cuando comenzamos en Enero y yo no sabía como tocar una simple nota ni como agarrar el arco.
Además de aquello, no puedo mirar a ninguno a la cara. Tus ojos fueron ventanas, fueron una mirada que hasta ahora no puedo olvidar y suelo recordarla antes de dormir, por lo menos para sentirme levemente mejor. Los ojos del profesor E se parecen a los tuyos, aunque los de él son mas negros.
Algún día quisiera que los dos se conozcan. De seguro pasarían el día hablando mientras yo observo fascinada como dos seres casi perfectos charlan sobre música y autores.
¿Sabes que? La última clase le vi un disco de un cantante que te encanta.
Pero el profesor E está casado con la mujer perfecta y a ti te siguen miles.
A pesar de todo se que nadie te va a querer, apreciar y querer cuidarte por la eternidad tanto como yo lo hago.
Te pareces demasiado al profesor E.
Me pregunto si es solo una coincidencia, o es el destino que quiere obligarme a recordarte por la eternidad.

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