lunes, 22 de junio de 2009

El Segundo Hogar

Efectivamente, he llegado a la conclusión que todos tienen cierto lado sádico que logran ocultar de forma muy convincente (otros no). Todo esto se me cruzó por la cabeza cuando hoy por la mañana, me di cuenta que los crueles y repugnantes folders de evaluación, esos monstruos de color blanco donde van todas las pruebas y nuestros padres firman todas las semanas, son totalmente innecesarios.
Si los padres van a saber al fin y al cabo cuáles son los resultados de su hijo a final de bimestre, cuando las libretas son entregadas... ¿Qué necesidad hay de atormentarlos todos los fines de semana con muestras de cómo va su hijo? Además de preocuparlos, amargarlos, desesperarlos, deprimirlos y estresarlos más de lo que están, el que siempre sale perjudicado es el hijo.
Sí, el alumno debería de estudiar y no sacar horrores en las pruebas. Esta bien, llamen cuando el alumno está realmente mal, pero no sean tan sádicos con aquellos que tienen altas y bajas como cualquier estudiante normal.
Siempre están los que parecen experimentos de la CIA y que nunca jalan nada y si lo hacen se tiran de un barranco porque de seguro en casa sus padres, par de perfeccionistas obsesionados al trabajo y al orden, los matarían en cuanto lleguen.
Genial. Esta noche tengo que hacer que mi padre o mi madre, firmen un examen desaprobado del curso de Química que se que jamás me servirá. Da igual.
Mi punto es que el evaluation folder es una cosa innecesaria que el colegio hace para preocupar más a los padres y volverlos adictos a saber como están sus hijos. La preocupación es normal, la sobre-preocupación no.
Sí genial. Los que salen gritados, molidos y traumados son las criaturas que se dedican a hacer pendejadas. En ese caso, hay algunos que pueden equivocarse porque en fin... son humanos.
Pero ahora parece que a las escuelas, el hecho de que los alumnos son humanos les importa un comino.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Heeeeeeeey Lima High Schoool (8)