La otra Barbara, la que había vivido al otro lado del espejo todo este tiempo, salió de él finalmente.
-Por un momento... podría afirmar que no eres tú.
Ellos cambiaron con el tiempo. Pero a fin de cuentas, cambiaron. Yo los conocí o por lo menos conocía.
Se supone que son parte de un gran grupo lleno de armonía, pero en realidad eso no existe. Solían jugar todos los días. A los Power Rangers, a los Transformers...
Yo no se a donde se fueron esos niños que yo conocía, que me dejaban ser arquera cuando jugaban fútbol y bromearnos en clase todos los días.
Ahora los veo más altos, callados y totalmente desconocidos.
Ya no podemos jugar fútbol, no podemos hablar de películas ni creernos powe rangers. Ahora su atención está en cosas vanas. Efectivamente, se juegan y se bromean y rien todo el tiempo pero ya no es lo mismo.
No puedo sentarme a hablar con ellos porque no tenemos nada de que hablar.
Y quizás así sea hasta el fin de los tiempos, cuando dentro de unos años nos tengamos que despedir y solo nos podamos mirar "Adiós, te voy a extrañar... Ehm.. ¿Como te llamabas?"
Si las cosas fueran como hace unos años no tendría porqué renegar, ni decir que los odio a todos cuando hace mucho que no les digo nada.
Qué más da, si lo más probable es que ustedes también hablen de la misma manera.
El único problema es... que dentro de tres años, nadie sabrá qué decir.