Llevo unos cuantos días teniendo sueños altamente peligrosos. Hace poco soñé con junglas, luego payasos, luego bailes y llegué a soñar con ancianas que no pueden soltarme el brazo y lloran desesperadas. Primero pensé que podía haber sido una versión subida de peso y extraña de mi abuela materna (la cual murió cuando yo tenía 2, por lo tanto solo la recuerdo en su versión de anciana por una fotografía), pero terminé considerando el hecho que sea una triste visión de mi lado que se siente viejo.
A muchas personas, tanto por el mundo cibernético como por el real, se les hace difícil considerar que solamente tengo 16 años y sigo estudiando en un colegio cristiano muy bonito y lleno de personajes extravagantes.
A muchas personas, tanto por el mundo cibernético como por el real, se les hace difícil considerar que solamente tengo 16 años y sigo estudiando en un colegio cristiano muy bonito y lleno de personajes extravagantes.
Y pues, hay muchas explicaciones a estos sueños fatales, cuyo significado exacto ignoro, pero hasta donde sé, solamente predicen desgracias, traiciones y malas noticias. Ojala que el Internet esté equivocado (como suele pasar) y todo sea producto de mi imaginación, espíritu rebelde. ¿Mi opinión? He llegado a sospechar que me están haciendo brujerías, no solamente a mi, si no también a mi familia, en especial a mi mamá. Curiosamente, siempre nos duele la misma parte del cuerpo en el mismo día, tenemos sensaciones corporales muy parecidas, pesadillas en las mismas noches, entre otras cosas. Opción número uno: Es por ese lazo sanguíneo y espiritual que tenemos las hijas con las madres. Opción número dos: Me están haciendo una macumba brutal en algún lado de ésta ciudad.
Lo superaré, superaré el dolor leve en el ojo izquierdo, mi obsesión con los tribunales y las series de abogados y mi sentimiento ilimitado de maternidad que me obliga a abrazar a todos esos niños pequeños que van corriendo hacia mi en el colegio. Ya les contaré de "mis protegidos", esas almas puras encerradas en esos cuerpos diminutos que a penas me llegan a cintura (tomen en cuenta que soy una enana, por Dios...).
El colegio decidió comprarnos carpetas nuevas después de siglos de existencia, eso merece un brindis imaginario porque no puedo tomar durante la semana. Se acercan dos fiestas, ya les contaré cómo fue, qué hice, qué sentí y los sueños locos que tendré en los momentos de camino al Nirvana.
Pórtense bien.
Abrazos Bohemios,
Req.
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