domingo, 11 de diciembre de 2011

Soñar Contigo

Soñé que estábamos en un teatro muy parecido al Municipal. Eran grande, forrado en mármol, adornos de oro, ángeles tallados, vidrios y alfombras rojas. Todos estábamos de gala y caminábamos por todos lados, tratando encontrar nuestros asientos o reunirnos con otras personas.
Estabas utilizando un traje negro, cosa que jamás te vi usar en la vida real, y te veías tan elegante, poético. No podía ser para menos, siempre he creído que emanas poesía desde cualquier ángulo, en cualquier momento.
Descubriste que yo le estaba regalando una libreta a una amiga y me preguntaste ¿Están haciendo intercambio de regalos? Y otra amiga que andaba por ahí me miró de mala gana, porque aparentemente era un secreto. 
En la presentación del teatro te sentaste a mi lado, nos sentamos juntos. No recuerdo exactamente qué pasó en todo el tiempo que pasamos esperando, supongo que hablamos de nuestras vidas, parecía que no habíamos hablado en mucho tiempo, lo cual sería, de alguna manera, un reflejo de la realidad. 
Hubo un momento de felicidad en mi extraño sueño en donde nos reímos de alguna ocurrencia y entonces sentí tu brazo en donde alguna vez me apoyé apoyarse sobre mis hombros. Fue una sensación hermosa, como de seguridad. 
Fue entonces que todo terminó y dijiste que viajarías por todo Europa con un señor que se supone era tu padre, a quien nunca he visto en realidad y que conducía un automóvil de los años 50 de color negro, muy bonito y que tenía adornos de plata en el parachoques. Subiste después de la presentación y partiste en él. En el techo estaban amarradas muchas maletas.
Yo también viajaría por todo Europa en auto con mi familia y recuerdo que seguimos el mismo camino hasta cierto momento, en donde descansaríamos en un alguna ciudad extraña mientras tú continuabas el camino. 

Desperté y me di cuenta que ese día tenía que dar un examen en la universidad para ver si llevaría introductorios al comenzar el caño. Todo el camino en auto, estuve haciendo un esfuerzo supremo por no pensar en ti, poeta. 
Ahora, muchas horas después, mucho más tranquila y con cierto frío, me pongo a pensar si esta sensación extraña significa que todavía pienso en ti. 


B.

No hay comentarios: