lunes, 5 de diciembre de 2011

Convexo

Entre la curva, la caída entre tus omóplatos y tus caderas, yo encontraba un regocijo. Me gustaba refugiarme también entre las líneas aburridas de tus desayunos frívolos de mañanas tristes, esas mesas maltrechas y los platos sucios en el caño que no podían compararse a la felicidad de una mermelada cuando despertabas sabiendo que me amabas. Se acabó, creo que se terminó, pero me gustaría pensar que esto es solo una pausa o el recreo más largo de mi vida.
 En ese sabor agrio que yo confundía entre tus besos de mañana y tus llantos nocturnos, podía hallar una rara tranquilidad. Era algo como saber que estábamos en equilibrio, ni felicidad absoluta ni una miseria constante. Tú reías y llorabas, me amabas y me despreciabas, dormías y despertabas, y se supone que todo iba a la perfección. Equilibrios que considerabas absurdos y con el tiempo llegué a entender por qué detestabas que yo pensara todo el tiempo. La vida no es un diagrama, no te acuerdes de tu padre, abandona los regaños de tu juventud de cabello largo y acuérdate un poco de las pinturas en las paredes, del desorden, los zapatos debajo de la cama, el sexo responsable que jamás debió existir en la adolescencia.
Entre la curva de tu indiferencia y tus juegos silenciosos yo encontraba la diversión más infinita. No había nada mejor que tu rostro acercándose y corriendo por los valles de las s!banas, alejando un beso nocturno por el simple placer de verme correr detrás de él. Tu cabellera revoloteando por una sala carente de invitados y de familia, tu espalda carente de huesos terribles observando la ciudad indiferente. Noches de verano recolectando las imágenes congeladas de nuestros años pasados, buscando los números de teléfono de los fantasmas de nuestras familias. Siempre contra todo, contra las reglas, un amor en contra del sistema, jamás faltaba la revolución en ese departamento crema en donde vivimos, cuarto piso, número par en la puerta, de la buena suerte. 

1 comentario:

Unknown dijo...

Hola! me encanta tu blog, ayer por la tarde y ahora antes de salir de casa he estado leyéndolo.

Me pasaré a menudo para leer lo que vayas publicando :)

Saludos!