sábado, 31 de diciembre de 2011
Verso Nuevo
Cuando se acaben las luces
y la gente llorosa grite de alegría
recordaremos que solo han pasado las horas,
nada cambió
Amanecerá con la página del calendario cambiada
y la gente se abrazará entre odios y amores
recordaremos que seguimos llenos de miedos y temores
en realidad, nada cambió
Será un enero de sol y de días salados
y la gente sonreirá creyendo que borró su pasado
recordaremos que la vida sigue siendo la misma
de verdad, nada cambió
El verano se terminará
y la gente no verá que siempre será lo mismo
recordaremos que estamos igual de jodidos
porque en serio, nada cambió
¿AJ?
A unas horas del Año Nuevo con una de mis peores decaídas depresivas.
Sí, me siento terriblemente mal.
No, no me importa Año Nuevo solo quiero que este día termine y mi vida pueda continuar.
Van a medicarme, demonios, van a medicarme, yo lo sé, saben que estoy grave.
Jódanse todos .
viernes, 30 de diciembre de 2011
Hechos Memorables Del 2011
En orden de importancia o de memoria. El punto es que fueron memorables.
Antes de entrar al teatro con Sam |
- Ingresar a la Pontificia Universidad Católica del Perú sin llevar cursos introductorios.
- Terminar el colegio en el puesto 7 (o 8, no me acuerdo) de la promoción y 5 del salón.
- Participar gloriosamente en la última obra de teatro "Los árboles mueren de pie".
- Ver a toda mi graduación graduarse.
- Graduarme brutalmente con reconocimiento en notas y en labor Literaria.
- Disfrutar de la mejor fiesta de cumpleaños del mundo.
- Asistir al concierto de Paul McCartney en el Estadio Monumental.
- Vivir una relación de dos semanas con Ludovico (me hizo más fuerte).
- Romper con Laurence a comienzos de año (no me alegra, pero me ayudó a aprender)
- Pasar victoriosamente un año de Francés sin repetir ni jalar.
- Vivir la mejor amanecida del mundo en mi fiesta de promoción.
- Terminar de escribir mi segundo libro.
- Dar un discurso del feminismo frente a la ex-ministra Aída García Naranjo y hacerla llorar.
- Hacer llorar a los profesores con mi último poema en una asamblea.
- Sacarme 18 en un trabajo de investigación (créanme, es difícil).
- Comprar un violín nuevo (Horacio) de contrabando en la frontera.
- Tocar en ADCA Orquesta.
- Hacerme amiga de Mároli, Hikari, Natalia, Dayana, Omar y Andrea F.
- Reunirme con Sarah, hablar de la vida y comer KFC.
- Embriagarme en distintas ocasiones (nada grave).
- No jalar matemática ni física ni otro curso de poca importancia en mi vida.
- Mejorar mis relaciones con mis padres.
- Perder el miedo a los exámenes de sangre (no enteramente).
- Conocer a Cecilia, Alison y Zaida en el francés.
- Aprender parcialmente a cocinar.
- Ser amiga de Hernán Leonardo Perez López (de México).
- Encontrarle sentido a comprar ropa.
Seguramente me faltan muchos más.
Pero ya no importa.
Necesitaba hacer algo así. A pesar de todo, ha sido un año precioso.
jueves, 29 de diciembre de 2011
Penúltimos
Cuando el tiempo pasa lento,
entre rojo amanecer y palpitaciones ajenas
los escozores del alcohol,
que reemplazan las grandes penas
Será sangre o lágrima derramada
o la náusea natural de alguien que se muere
cuando el tiempo pasa lento,
entre mi vida y mi muerte
En Picada
En deplorable estado de casi-ebriedad.
Uno se da cuenta que realmente está mal cuando se pone a beber porque siente un vacío existencial. Es así como el vodka con gaseosa me anota dos puntos en seco y yo me quedo sin nada, aprovechando que no hay nadie en casa y que toda la humanidad parece hundirse en un horrendo lago de felicidad a excepción de mi.
O quizás es solo mi imaginación.
Sueño |
El vodka quema, sin importar con qué agua mágica lo mezcles, quema las entrañas y cada órgano involucrado en el sistema digestivo. Tengo la seguridad que cuando termine esta entrada iré a darme otro trago porque ya me siento en ruina absoluta, aunque no debería de ser así.
El problema surge cuando estamos hechos mierda y uno está seguro que es la culpa de alguien más, pero míralo de esta manera, nadie nos obliga a beber alcohol para desahogarnos, somos nosotros los que encontramos la solución en agua mágica y vicios por el estilo. Si me gustara fumar, supongo que ya tendría un serio problema.
Uno se da cuenta que realmente está mal cuando la felicidad ajena te causa asco, náusea, tristeza y malestar. ¿Qué demonios? Dicen que la felicidad en realidad es algo bastante abstracto; no afecta de la misma manera a todos. El primer síntoma de la embriaguez en mi caso, es el adormecimiento de manos y rostro, que te pique detrás de las orejas, que sientas un vacío en el estómago y pongas metal o rock de los 80's o alguna cosa que motive a tu cerebro a sentirse peor.
Pero es comprensible.
El final de un año de mierda tiende a ser, efectivamente, una mierda.
Lo que más me molesta de este asunto es que estoy tan mal que ni siquiera puedo ponerme a llorar como una persona normal. No hay nada peor que estar triste y no llorar, que estar enojado y no romper cosas, que estar feliz y no sonreírse, pero ya, basta de felicidad, que la felicidad no existe, mi mito privado, mi mejor cuento.
¿Nunca han sentido como si todo el mundo les contara cuentos y luego descubren que nada es real?
Nada es real.
Todos mienten.
Todos mienten, carajo.
Req.
Desintoxicación.
El martes por la noche me propuse alejarme de todo lo electrónico estas vacaciones. Después de un año de adicciones Facebookeras, sin contar el constante uso de Blogger, Tumblr, Observando, Picnik, Youtube, Wikipedia, entre otros, llegué a la conclusión que ya he tenido suficiente.
Así como un cocainómano pasa un tiempo lleno de vómitos y dolor cuando se quita el polvo blanco, mi primera noche sin Facebook fue igual de desastrosa. Me he levantado (contadas) 10 veces en toda la noche porque mis sueños llegaban a un nivel insoportable de velocidad y tramas enredadas, era como un laberinto de imágenes, voces, sonidos; un fiasco.
Ayer pasé un buen día viendo películas y charlando de literatura y lo sobrenatural con Claudio, el día martes salí con Samantha a comer KFC y mientras paseábamos, se dio una inesperada compra de un atril a un metalero desorientado. Hoy día y mañana también tendré visitas, y me va muy bien en esto de la desintoxicación.
¿Qué estoy haciendo con mi vida desde que decidí abandonar el Internet? Pues estoy leyendo horas de horas en mi habitación, toco a Horacio por ratos y ayer comencé a pintar un lienzo alucinante que se me ocurrió el mismo martes por la noche. Me siento genial, de verdad, de verdad.
Si les contara todo lo que ha estado pasando en los últimos días tendría que hacer una entrada demasiado larga y no quiero aburrir a nadie. Decepciones amorosas pero por otro lado creo que me enamoré, más de manera realista y no fantasiosa, amigos en crisis por entrar a la universidad, mis ansias de arte, mis túnicas árabes, mis padres en sus cuentas. Blablabla, pero todo es parte de las vacaciones.
Por cierto, me compraron cinco libros por navidad: Cien años de soledad, La pianista, La Historia del PCP (sí, lo admito, siempre quise un libro del terrorismo), La casa del silencio y Ojos de Fuego.
Será un gran verano. Me gustaría contactar a Sarah, porque mataría por pasar un año nuevo con ella como pasó hace muchísimo tiempo.
Me retiro a seguir en mi plan de Desintoxicación.
Buenas vibras
,
Requiem.
martes, 27 de diciembre de 2011
Muelle
Pero la vida es tan dulce en una mentira
y tan cálida cuando te dicen te amo
en sueños, en falsedades adornadas
qué bella es la vida cuando te aman por carta
Pero el tiempo es tan lento en una duda
y tan extraño cuando te piden que esperes
en juegos, en crueldades leves
qué lento es el tiempo cuando se burlan del tuyo
Pero la pena es tan pura en una realidad palpitante
y tan real cuando te han olvidado
en silencios, en indiferencias
qué pura es la pena cuando te dejan de amar
Allá
Querida Beatriz:
Te mando saludos desde las afueras de la ciudad. La razón de mi desaparición fue simple: necesitaba aire limpio y alejarme de todos, de mis amigos, del Internet y con todo el dolor de mi corazón, de ti. Es solamente por un tiempo, he viajado con mi familia, pero intento estar solo todo el tiempo. Te gustaría mucho este lugar, Beatriz. Tiene árboles por todos lados, bosques que son como laberintos y si caminas un poco, encuentras el río helado y cristalino que siempre está corriendo. Por la noche suena delicioso, me ayuda a dormir. Por cierto, jamás había dormido mejor en toda mi vida, parece que el frío de la noche y el aire liviano me sienta de maravilla.
He traído mis libros favoritos y un cuaderno para escribir si me inspiro. Hasta ahora, después de unos cuentos, te escribo esta carta para que sepas que estoy bien y disculparme, porque no me despedí de ti y supongo que debí de decirte que iba a retirarme de la rutina por unas semanas. Espero que todo esté bien allá en la ciudad, que te sientas mejor. Recibí tus mensajes de texto hace unas noches, no te respondí porque sentí que debo de tomarme mi aislamiento en serio. Pero no, no estoy molesto contigo. Al contrario, ahora pienso en ti con más frecuencia.
Anoche soñé que todos desaparecían y que estabas durmiendo a mi lado, porque nos fuimos de vacaciones. Te vestías de un suave blanco y estabas tibia debajo de las sábanas, muy usual de ti, jugabas a despertarme y provocarme para luego esconderte entre las almohadas. Lo peor de esa noche fue el hecho mismo de despertar, me hubiera gustado pasar más horas a tu lado, a ver si por lo menos en sueños, resolvemos este problema que tenemos desde hace años.
Las horas pasan lentas en este sitio, pero no es una tortura. Me encantaría pasar más tiempo aquí, lo único que le falta para que sea perfecto, eres tú.
Saludos a tu madre, que de seguro no me extraña y desea que me pierda para siempre, pero lo comprendo.
No hagas ninguna tontería, pequeña, y recuerda que te recuerdo, piensa que te pienso.
A veces, antes de dormir, desearía que también soñaras conmigo y te levantaras, así por así, con una considerable y tierna excitación.
Te quiere,
L.
Claves:
Personajes (queridos y odiados),
Red Moments,
Relato
lunes, 26 de diciembre de 2011
Crudezas
Tienes la suavidad de un atardecer lluvioso
cuando el rojo se duerme con el agua
y en ese brillo maligno, encuentro tu mi rada
Tienes la frialdad de la madrugada solitaria
cuando el azul se separa tristemente del negro
y en esa sábana helada, encuentro tu voz
Tienes la magia de las góndolas extrañas
cuando rompen el cristal del agua con su historia
y en ese reflejo quebrado, encuentro tu suspiro
Tienes el silencio de las norias apagadas
cuando la noche absorbe su dulce, sus luces
y en esa sensación de vacío, encuentro tu amor
domingo, 25 de diciembre de 2011
Felices Navidades (2011)
¡Feliz Navidad para todos!
Mi violín Horacio :) |
Espero que hayan y/o estén pasando una excelente Nochebuena.
Cené rico con mi familia y estoy feliz, porque esta Navidad, a comparación de las anteriores, no ha salido un desastre.
No tenemos árbol ni regalos, pero si adornos, una cena excelente, luces y como siete nacimientos con demasiados animalitos de porcelana por todos lados.
Brindamos con champagne y actualmente, somos dichosos en nuestros aires navideños y poco materialistas.
Mis mejores deseos hacia ustedes, los quiero entrañablemente.
Con amor infinito,
Requiem.
sábado, 24 de diciembre de 2011
Navidades Crudas
No pasaré jamás una Navidad contigo. Es un hecho bastante conciso que nunca pondremos luces alrededor de las ventanas, no solo porque no nos importa demasiado la decoración, si no porque jamás compartiremos una ventana. Y por más que yo quiera cocinar toda una cena, poner manteles con arbolitos y muñecos de nieve, pasarte una servilleta y esperar a que digas que qué rico salió todo, no va a suceder. Así como las ventanas, jamás habrá una cena así entre nosotros, ni una Navidad, ni una noche de pirotecnia, luces de bengala y televisión despreocupada.
Mira, hace frío y nadie habla de la Navidad, aunque falta una hora para que llegue el 25. ¿Tú sientes que será Navidad? ¿Te importa un poco la cena, los nacimientos en las esquinas y los niños gritando en la calle? Esta noche en mi casa nadie tiene regalos ni tarjetas por fin somos mamá, papá y yo. ¿Qué es de tu Navidad? ¿Peor cada año, igual de vacía, cruda, intermedia?
No pasaré jamás ninguna celebración ancestral y manoseada como es la Navidad contigo. No hablaremos hasta el amanecer con los ojos caídos y la risa tonta que le da a la gente cansada y con sueño. Las luces de esa casa que nunca compartiremos no serán apagadas jamás, nadie quitará los adornos, si es que llega a haber alguno, de las paredes. ¿A quiénes llamaremos desde el teléfono que jamás será nuestro?
Si creyera todavía en los deseos que se cumplen, pediría esta Navidad que dejes de balancear mis emociones y mis nervios con cada palabra que dices.
¿Qué magia escondida hay en ti?
¿Qué magia escondida hay en ti?
Fiesta de Promoción
Terminó a las cinco de la mañana de hoy. Por Navidad, he pedido que me compren 100 Años de Soledad y que me compren un teclado nuevo porque el actual es una desgracia. No tengo tecla para las mayúsculas y me está fallando la tecla de espacio; caos total. La fiesta fue en el Club Árabe y técnicamente comenzó a la medianoche. Había una variedad sorprendente de vestidos pintorescos, zapatos brillantes y ternos aromáticos. Los rumores sobre la cantidad del trago y la permisividad con respecto a actividades como fumar y beber ilimitadamente. Me senté con mis amigos, tomamos unas bebidas colorinches, dulces y repletas de hielo mientras conversábamos y esperábamos que todo comenzara.
Recibiendo mi orquídea |
En términos generales, se bebió y se bailó hasta que relojes marcaron las cinco y algo de la mañana. Sirvieron desayuno, pero no comí casi nada porque el pan con jamón y queso tenía mayonesa, cosa que detesto con mi alma. En la escalera, me senté con algunos amigos y observamos el amanecer. Estaba que me moría de frío, qué bien que Claudio me prestó su saco y luego intenté abrigar a Ana lo mejor que pude. Después de sentir el cielo celeste, caminamos (lo mejor que pudimos) hacia la salida, en donde mi padre me esperaba con una cámara fotográfica, esperando a inmortalizar mi rostro de sobriedad (?).
Nos despedimos y llevé a Ana a casa, nos quedamos dormidas dentro del auto y recuerdo que en la radio pasaban una cumbia antiguísima que nos encanta llamada Ay Cariño y que una vez me hizo llorar mientras la escuchaba en mi Ipod, cruzando la avenida Tacna en un taxi. No me pregunten porqué, simplemente pasó.
Bebí mucho en mi fiesta de promoción, bailé tanto que luego no pude caminar y en realidad pasé una noche excelente. Me desperté a las 11:15 por lo cual concluyo matemáticamente que solamente dormí cinco horas con algo.
Mejor cuelgo fotos y dejo de escribir, que mi cerebro se muere y lo único que he hecho hoy día es tocar violín, leer y ver películas de zombies en Cuevana. No tengo vida, gracias, lo sé.
viernes, 23 de diciembre de 2011
Graduación
La noche de mi Graduación recibí un reconocimiento por mi labor y creatividad literaria durante mi etapa escolar, así como un simpático cartón que hablaba sobre mis buenas notas y todo ese blablablá. Después de tomarme centenas de fotografías con amigos y maestros, fuimos a cenar a algún lugar simpático. Para ese momento mi mamá ya había cerrado la puerta del auto con mi mano afuera y mi muñeca había sufrido un doloroso pero silencioso colapso. Mis padres se molestaron entre ellos, no hablé con nadie en la cena, rechacé el vino y la sangría y me fui a dormir tan amarga como un café matutino sin azúcar.
Escuchando música con Rosie |
A pesar de todo, el día que le siguió fue bastante tranquilo y positivo. Me puse a ver películas de terror por la noche en mi carencia de algo importante que hacer; me tocó La noche del demonio y REC 2, que fue interrumpida por una torpeza mía.
Esta noche es mi fiesta de promoción e iré con mi buen amigo Claudio que ganó tantos premios y reconocimientos en la ceremonia de Graduación que seguro tuvo que llevárselos en una caja. Tengo vestidos, tengo zapatos, lo que me falta es un poco, solo un poquito de motivación. Debe de ser porque hace tiempo que no voy realmente a una fiesta que involucre todos los términos imaginados (elegancia, copas de tragitos ridículos y duración extrema hasta el amanecer). Parece que me he acostumbrado un poco a las famosas reuniones que se basan en tirarse a hablar con las personas, así se escucha, a beber alcoholes fuertes de bajo precio poniendo tus zapatillas y hasta tus pies desnudos sobre el mueble más cercano. ¿Qué fue? ¿Demasiada información?
Mi papá me dice que me tome las cosas con mucha tranquilidad. De todos modos es posible que esta sea la última vez que vea a algunos amigos míos. Me estoy poniendo sentimental, está bien, lo lamento.
Anoche intenté hacer uno de esos desdoblamientos espirituales que antes sucedían sin previo aviso y terminé escuchando voces. En la mañana me levanté cansadísima y con la impresión de tener un pie en este mundo y el otro en el universo de lo desconocido.Para más información haz click en las letras rosadas gay. Ya hablaremos de este tema después, me siento agotada.
¿Cómo hicieron los españoletes para que les saliera una película tan buena como REC?
Todos :) |
miércoles, 21 de diciembre de 2011
Episodio Pre-Ceremónico
A las siete de la noche voy a graduarme. El colegio solo nos repartió cinco entradas y creo que me sobra una, si conociera a alguien que tuviera la fuerza necesaria, la habría invitado. Mirarme en el espejo es toda una hazaña porque mi vestido es rayado y tiene un efecto de ilusión óptica bastante complejo; al mirar a otro lado puedes jurar que todo se está moviendo. ¿Estilo LSD? Pueden apostarlo, fue sin querer.
Estoy esperando a que mis padres vengan en el auto a recogerme, me he levantado estornudando y con mi rosario en la mano quién sabe porqué y me duele un poco el rostro por el esfuerzo del Achís constante. Espero no estornudar a la mitad de la ceremonia o me sentiré fatal. Según páginas de Internet de dudosa procedencia, soñar con lunas rojas o con el planeta Marte tiene un significado desastroso de accidentes o peleas con las personas. Hoy estoy teniendo un ataque de alergia que no sentía desde hace casi dos meses y creo que es porque he vuelto a tomar Coca Cola en el ritmo constante de antes. Sí, qué triste mi vida.
Recién tomada. |
Escucho música gitana en Dios sabe qué idioma y me siento feliz, a pesar de todo. Hoy día es miércoles, el sol ha estado jugando a las escondidas todo el santo día y después de llamar a la Alianza Francesa descubrí que pasé el curso con 15 sin haber estudiado. ¿Milagro? No, mas bien creo que es un don perezoso.
Estas vacaciones voy a nadar todos los días (lo necesito más de lo que creen), quizás meterme a los talleres del teatro de la PUCP (de todos modos es mi nueva universidad, el cambio que hice en Facebook de 'colegio' a 'universidad' fue brutal) y comprar mis pinturas acrílicas a ver si me nace algo.
Hoy día hablaba con Laura mientras me hacía la manicura y llegamos a la conclusión que tranquilidad es todo lo que necesita. Me hizo pensar mucho en mi ex cuando me comentó lo feliz que nos vio esa vez que lo llevé al Spa para presentárselo indirectamente. Ah, Laura, Laura ¿Habrá alguien que supere tus consejos sabios de chica joven? Laura es la mezcla increíble de belleza e inteligencia, cosa que hasta hace un tiempo yo creía imposible.
Llevaré mi cámara a la Graduación pero tengo la impresión que no tomaré demasiadas fotografías. Será como mi último día de colegio en donde solo me firmaron 9 personas mi blusa porque me estaba muriendo de calor y tenía ganas de ir a mi casa a relajarme y dormir después de 11 años de sacrificios (jaja, ríanse) y dilemas.
En la peluquería estaban pasando Harry Potter y la Cámara de los Secretos, eso me hizo pensar en que tengo que ver todas las películas de nuevo, hubo un asunto entre Voldemort y Tom Riddle que no llegué a comprender. Me da pena no haber leído el último libro, parece que me perdí de mucho. Verdad, hoy día me gradúo. ¿Felicidad?
Con amor,
Req.
martes, 20 de diciembre de 2011
Fracturas
¿Es mejor la rosa viva de tu amor o la lágrima densa de tu lento olvido? ¿El café vacío de tus besos guardados en el bolsillo o la caravana gitana de tu libre felicidad? ¿Nuestra historia derramada en el llanto oscuro de tu corazón herido o un poco de clemencia de nuestras risas de escalón?
¿Qué es mejor, cuando recojo las páginas arrugadas de tus manos de invierno? ¿Esperar al verano de centro líquido o al mar otoñal que riega nuestra pena en paseos que nunca ocurrieron? ¿La vida eterna que jamás compartiremos o la pena indefinida de observar el ventilador de oficina? ¿Dejar que nos quemen o dejar que nos amen? ¿Es peor irme al infierno a tu lado o mandarte una postal desde el Cielo que no podrá aceptarme? ¿Que nos llegue la hora en el momento inoportuno o vivir con el horario, los tristes cuadrados saber en qué momento amarnos? ¿La brea de un grito desesperado de tus pesadillas y el beso nebuloso de este amor tan falso?
¿Es preferible guardar tu silencio de ópera en la noche más larga o buscar la embriaguez de tu emoción en los pasadizos vacíos de un pasado indefinido? ¿Los cálculos frívolos de tus emociones o la libertad artística de tus asesinatos infantiles? ¿Contar las veces que me has dado la muerte o pensar en la vida que me darías, si tan solo la tuvieras?
¿Admitir que no me conoces o abrazarte esta noche como todas las noches en las que no estás aquí? ¿Dejar que te ame o dejar que te olvide, si es que hay alguna diferencia?
¿La sinfonía de nuestra agonía continua o el compás desafinado de la mayor de nuestras burlas? ¿Dejar que me quieras o que aprendas a perderme en los cajones polvorientos de tu habitación desconocida?
¿Admitir que nos amamos para sentirnos menos malos o colgar el teléfono porque somos valientes? ¿Dedicarte un poema, el último verso pensando en tu amor ingrato o pasar el amanecer llorando por las veces que te olvidaste? ¿Beber del torrente helado de tu sonrisa tan leve o respirar tus arterias invisibles, inmortales?
¿Es mejor el tallo débil de nuestro amor o el roble invisible de nuestra indiferencia?
lunes, 19 de diciembre de 2011
Remedios
No desperdicies nunca tus amanecidas silenciosas
con tu suspiro de bandolero incorregible
para que purifiques mi boca con tus gotas invisibles
en tus ilusiones terrenales de amigo pasado
No desperdicies tus besos de papel usado
con mi hambre de metal sin satisfacer
porque la búsqueda se pasea en los pasadizos de lo real
y tu, caballero, eres un sueño quebrado
No desperdicies tus guitarras trasnochadas
con tu sonrisa torcida de rieles olvidados
para que dirijas con tus manos el bolero de mi día
en tus fantasías nocturnas de lo carmín y lo felino
No desperdicies jamás tus toques reprimidos
por si encuentras en el camino los agujeros de mi pena
porque busco la laguna de un placer bastante lejano
y tú, bandolero, eres un orgasmo interrumpido
Mi Existencia Momentánea
No puedo seguir comiendo esta manzana porque me hace acordar al vino y a la sangría que he bebido hoy día. ¿Domingos aburridos? Solución absoluta y cercana: Beber. Me levanté con mucha hambre hoy día, así que le pedí a mi papá para irnos a almorzar a una pizzeria media desconocida y después de darnos un festín e invitar a una niña que nos pidió dinero unos tallarines con Coca Cola, nos tomamos una jarra de sangría.
Mareada y de buen humor, acompañé a mis padres a comprar frutas, tomé fotografías y regresé a casa.
Como verán, ya es la media noche y todo me importa un demonio porque he salido del colegio, puedo irme a dormir tarde y leer hasta el amanecer si se me apetece.
Por cosas de la vida, mi etapa de depresión se me fue con mi ceremonia de la luz y con el hecho de haber llorado interminablemente por la despedida. Conclusión absoluta: Llorar te ayudará a no estar triste. ¿Suena ilógico? Lástima.
Mi rostro de estar perdida en mis ideas |
Mañana tengo el ensayo de mi graduación, tendré que separar mi toga y antes de ir al colegio, me sacarán sangre en la Clínica para Dios sabe qué. Estos exámenes que me mandó el psicólogo... creo que es para ver si consumo sustancias anómalas durante la semana. Adicción a las drogas: Cero. La única sustancia a la cual me podría declarar adicta es a la Coca Cola y al alcohol casual cuando hay una gran necesidad que va más allá de mi poder y autocontrol, como el aburrimiento y tristeza de los domingos.
Tómenlo de la manera más bromista posible, en realidad ustedes y yo, nosotros, sabemos que el alcohol no es la solución a nuestros problemas. Podrían hacer cosas más productivas, como leer un buen libro, escuchar música, dormir, masturbarse, todo lo que siempre suelen hacer cuando están aburridos (¿Creen que no lo sé?).
Escucho blues y bueno, me preparo para ir a dormir, de todos modos, en cualquier momento vendrá mi madre a decirme que deje de pelotudear en la computadora y haga algo productivo: Tirarme a la cama a soñar cosas absurdas. Oigan ¿Qué más puedo hacer a esta hora en mi habitación? Me pesan demasiado los ojos como irme a dormir. Me alegra estar de vuelta, hace tiempo no escribía de esta manera. Jaja, maldita seas depresión, me arruinas hasta mis más altos placeres.
Buenas noches, amigos míos, tenemos mucho de qué hablar, mis tonterías de siempre.
Pienso en ustedes todo el tiempo, pueden sentirse más queridos y menos Forever-Alones.
Con amor infinito y ebrio,
Requiem.
domingo, 18 de diciembre de 2011
Sexualismos I
Uno siente un vacío después de tener sexo, pensó Clarita mirando hacia las esquinas, algo como lo que sientes cuando te estás duchando y después de jabonar todo lo jaboneable, te quedas mirando hacia las baldosas de colores claros y no sabes qué hacer. Algo parecido le sucedía en esa mañana triste de domingo soleado ¿Tumbarse en la cama el resto del día o salir, correr hacia quién sabe donde? Sonaba The Cure en la radio, ha estado prendida toda la noche, recordó sintiendo hormigas por su cuerpo de dieciséis, en esa estación que le gusta a Luis en donde pasan música de hace años. ¿Era Luis quien estaba a su lado? Sintió miedo. Qué miedo recorrer esta casa desconocida, pensó, y saber que hay personas en todos lados y jamás recordar con cual de ellas me acosté.
Podrían haber sido los muslos carnosos y con pinceladas de estrías de su mejor amiga que todo lo sabía, las piernas huesudas y largas de su enamorado o la boca de nicotina de la chica que jamás le cayó bien. El aire estaba chillón y tibio, clásico del final de diciembre, el inicio de un esperanzado enero y una noche de revoltijos y nudos carnales. El último pensamiento que tuvo le dio náuseas, como en mi último embarazo falso, pensó casi riéndose de aquella semana de alerta roja, pobre Luis, qué pena. No quiso voltear a ver quién se aprovechaba del lado izquierdo de la cama, pero quiso ver los cuadros estúpidos de caballos y colinas que colgaban de las paredes. ¿Quién pone caballos en su habitación? No pudo contestarse la pregunta, no sabía en qué casa estaba.
Esto debe de ser una botella, pensó mientras se ponía de pie y sus huesos blancos y pequeños crujían, o el tobillo de un muerto. Tenía un agujero en el estómago, tengo hambre, tengo ganas de darme un buen baño, porque tengo todo el cuerpo entumecido y pegajoso. Náuseas, pero se detuvo, contuvo.
Es el mediodía, escuchó que decía alguien por la radio.
Alguien abría la puerta de la casa silenciosa y Clarita, no sé si correr o quedarme, esconderme o dar los buenos medios días a quien sea que entre.
Pero es mamá quien entra por la puerta, me mira sonriente y me dice buenos días Clarita, fuimos a comprar el desayuno. Me ruge el estómago, y a mi lado no hay nadie.
sábado, 17 de diciembre de 2011
Olvido
Dejamos de amarnos como las fusas en la hoja,
mientras el tiempo se encogía en una promesa partida
nos olvidamos del verbo y de la teoría
así como el hielo se olvida que es agua
Dejé de amarte como el arabesco que se termina
te olvidé del sueño y de nuestra cama vacía
así como la noche, sobre mi rostro caía
Dejaste de amarme como el beso que se diluye,
en el agua de la pena, en la espuma del capricho
me olvidaste de tu piel intacta y la imagen encendida
así como el fuego se apagaba en la mirada endurecida
Dejamos de amarnos como la luz a las seis,
mientras la flor se moría en una historia marchita
nos olvidamos del sentimiento y de la absoluta nada
así como nuestras promesas creyeron ser promesas
Ceremonia de la Luz
Ayer terminé el colegio. Tuve todo el tiempo del mundo para comenzar a escribir cómo fue, qué sentimos, qué fue lo pasó pero decidí abstenerme. Ayer me dolían los ojos y un poco la cabeza por haber llorado tanto en el escenario junto con toda mi promoción. Por razones desconocidas, decidí irme temprano y después me enteré que las personas habían salido a almorzar o a pasear.
Es extraño saber que el próximo año no tendré que comprar libros y forrarlos con mi nombre, tampoco preparar mis medias, mi falda y mis mocasines marrones la noche antes del Lunes y saber que las historias entre esos pasadizos viejos que parecen de Hogwarts no van a continuar. ¿Qué será del colegio sin nosotros?
Más terror me da imaginarme la noche antes de mi primer día de universidad, contando las horas, sin poder dormir, mirando hacia el techo y probablemente escuchando Bach, pensando en que todo irá bien.
Esto es... extraño.
Todos |
Ayer ocurrió lo que fue una Ceremonia de la Luz en donde se presenta un video emotivo de nuestras fotos y mejores momentos, una canción que represente a la promoción y luego algunas palabras de ciertas personas. Todos estamos en el escenario con nuestras velas rojas y salimos por grupos, cuando las personas terminan de hablar prendemos la vela y regresamos a nuestros sitios.
Ya estaba yo llorando antes de si quiera subir al escenario porque en el video (gracias Gaby) los profesores se despedían de nosotros y la canción que cantó Ross fue excelente. Ya en el escenario las cosas seguían su rumbo normal hasta que los profesores nos cantaron una canción y los pequeños Rojos (en mi colegio cada grado tiene un color) que tienen 5 años menos que nosotros salieron de las puertas traseras cantando a coro. En ese momento recuerdo que no pude más y comencé a llorar libremente.
El resto del día me despedí de mis amigos, hice que firmaran una blusa del uniforme que llevó mi mamá y ya en casa, más tranquila, me dediqué a relajarme.
El jueves por la noche escribí una carta de cuatro páginas para Ludovico diciendo todo lo que jamás pude explicarle. Si termino mi segundo libro, creo que la publicaré. Fue necesario. El día de ayer se la entregué cuando lo vi, pero no pude despedirme como esperaba. Así es, nunca nos despedimos como debimos. Final incierto ¿No es extraño?
Pensaré en qué hacer este verano. Tocar con Loli en donde sea, salir con mis amistades, olvidarme de ciertas personas (no me refiero a Ludovico, jamás podría olvidarlo por completo) y simplemente ser feliz, si es que sé lo que es.
Este episodio emotivo de ayer, interrumpió momentáneamente mi etapa de depresión.
Deséenme suerte.
Con amor,
Req.
miércoles, 14 de diciembre de 2011
Tristeza
Ella va más allá de recordar a los hombres que amé alguna vez y sentir el golpe de sus secos nublados. No es cerrar los ojos y pensar en lo fría que estaba la noche, cuando decidimos cometer errores y lo hermoso que estaba el día índigo cuando paseábamos con intenciones de desaparecer para siempre. Ella no viene de la pequeña verdad de mi ilusión, ni tampoco de lo irreal de mi vida cotidiana.
No tiene que ver con los besos que guardé entre mis libros ni los días que le lloré a las personas.
Yo no sé de dónde viene ella, no sé en qué momento vino a visitarme y a quedarse a mi lado.
Solo sé que está matándonos a todos.
Ella es diferente al resto, quizás porque es liviana, en ocasiones, como una pluma que el viento le robó a mi sombrero y también puede ser pesada como una mordida de plomo en el peor de mis pecados. Pero ¿Por qué está ahora aquí? ¿La llamé en algún momento? ¿Escuchó, quizás, que yo gritaba su nombre en mi falsa felicidad?
Y no es mía, sin embargo. La poseo yo, la posee el resto, es la puta de todos, pero no nos hace felices, jamás lo ha hecho, nunca lo hará, pero la tenemos a nuestro lado ¿Por qué? ¿Por qué estás aquí?
Ella es tan perfecta en su siniestra figura, es tan hermosa que asusta, pero no podemos amarla. Yo no puedo amarla, ni mucho menos odiarla.
Ella va más allá de los traumas de mi infancia y de mis familias quebradas en notas interrumpidas de pianos ajenos. Es más que una cuerda rota a la mitad del concierto, de la garganta sangrando en el himno más sublime, que escuchar cuando mis amigos dicen que no los amo más. ¿Será cierto? ¿Es que ahora deseo estar sola, para no contagiarla ni compartirla con nadie más?
Imposible, contradicción absoluta.
Me está matando de a pocos, con los segundos, los minutos, los siglos y las siestas.
Moriré muy pronto, ahogada en sus besos largos, que duran una muerte.
Soñé Un Sueño
Hubo un tiempo en donde los hombres eran amables, cuando sus voces eran tan suaves y sus palabras encantadoras. Hubo un tiempo cuando el amor era ciego y el mundo era una canción... y la canción era emocionante.
Hubo un tiempo, hasta que todo fue mal.
Soñé un sueño ya hace tiempo, cuando había esperanza y vivir valía la pena. Soñé que el amor no moriría nunca, soñé que Dios perdonaría.
Entonces era joven y valiente y se hacían, se usaban y se desperdiciaban sueños.
No había rescates que pagar, ni canciones sin cantar, ni vino sin probar.
Pero los tigres vienen de noche, con sus voces estruendosas, mientras te arrancan la ilusión. Mientras vuelven tu sueño en vergüenza.
El durmió un verano a mi lado, él llenó mis días de interminable maravilla. Él se llevó consigo mi infancia, pero se marchó, cuando el otoño llegó.
Y yo aún soñaba que él regresaría a mí, tan diferente a este infierno en el que vivo, tan diferente ahora de lo que parecía.
Ahora la vida, ha matado el sueño que soñé.
Original: I dreamed a dream
De: Les Miserables
(Escena de Fantine sola y desesmpleada)
Claves:
Arte y Letras,
Poemas,
Real world,
Sad Moments
lunes, 12 de diciembre de 2011
Morir
y nadie se aburriría de observar
cómo mordisquean los dulces bordes de la cicatriz
el verano pasado, el invierno esperado
y las llamadas subterráneas, lo que nadie escucha
Podría amamantar a los desiertos con mi humedad
que le pertenece a todo, a todos mis rincones
y nadie se aburriría de observar
cómo me absorben la vida que no me sobra
las noches frías, los días soleados
y las lágrimas heladas, lo que siempre he guardado
Claves:
Abismos Mentales,
Just me,
Poemas,
Sad Moments
Nuevamente, yo
En los siguientes tres Lunes que vienen, tengo que hacerme exámenes de sangre. Una pequeña muestra de mis glóbulos rojos cada día y de ahí todo seguirá en normalidad. He pasado por tantos exámenes de sangre este año que ya casi no tengo ese miedo a las agujas que antes me hacía llorar cada vez que entraba a un laboratorio. Pero oigan, hace un mes conocí al mejor enfermero del mundo. Halagó mi voz gruesa, casi varonil y hablamos un poco de violines y de música.
Deben de preguntarse (mentira, apuesto a que no les importa un carajo) cómo he estado en los últimos tiempos.Déjenme explicar el asunto con simpleza: Me estoy perdiendo en la nada.
Me duermo en todos lados, todo se me cae y yo me caigo, mi existencia se basa en sueños extraños, surrealistas, excesos de música y pensamientos, pero pocas acciones. Ya no puedo escribir tanto como antes, temo que ni siquiera puedo sentir con la misma facilidad que hace un tiempo.
¿Estaré acaso tan mal?
Hace exactamente tres minutos solté un par de lágrimas y me siento mejor. No lloraba (si es que dos lágrimas se pueden llamar llanto) desde la primera o segunda semana de Noviembre. Comenzaba a tener miedo de no volver a hacerlo jamás, todos necesitamos llorar de vez en cuando, una vez escuché en un café a una señora que decía que llorar es la única manera de sanar nuestras heridas.
Después de hacerme estos exámenes de sangre, espero saber cuál es mi problema. Podría ser cualquier cosa o podría ser nada de igual manera. Este verano planeo ir a un doctor para que me vea un lunar extraño que tengo desde pequeña en el hombro izquierdo, tiene forma de continente, algo medio asiático o quizás australiano, no podría definir. Hace un año mas o menos me salió una mancha extraña en el pecho, lejos del corazón, tirando más a la derecha. Una señora fue a hablarnos de los cigarros, los lunares y el cáncer hace unos días.
Veré que hacer. Dicen que a las personas como yo (no me pregunten a qué me refiero con eso porque ni yo lo sé con exactitud) les va bien en los años pares. El 2012 se viene con amenazas de fin del mundo, ataques zombies, guerras por el agua y sorpresas por todos lados. ¿Veremos qué sucede?
En términos generales, casi todos estamos sumidos en la tristeza absoluta.
Moriré en vacaciones de verano.
¿Qué se supone que voy a hacer hasta que inicie la universidad?
Ah nada, abrazarme a mi soledad.
Claves:
Abismos Mentales,
Just me,
Sad Moments,
School time
domingo, 11 de diciembre de 2011
Soñar Contigo
Soñé que estábamos en un teatro muy parecido al Municipal. Eran grande, forrado en mármol, adornos de oro, ángeles tallados, vidrios y alfombras rojas. Todos estábamos de gala y caminábamos por todos lados, tratando encontrar nuestros asientos o reunirnos con otras personas.
Estabas utilizando un traje negro, cosa que jamás te vi usar en la vida real, y te veías tan elegante, poético. No podía ser para menos, siempre he creído que emanas poesía desde cualquier ángulo, en cualquier momento.
Descubriste que yo le estaba regalando una libreta a una amiga y me preguntaste ¿Están haciendo intercambio de regalos? Y otra amiga que andaba por ahí me miró de mala gana, porque aparentemente era un secreto.
En la presentación del teatro te sentaste a mi lado, nos sentamos juntos. No recuerdo exactamente qué pasó en todo el tiempo que pasamos esperando, supongo que hablamos de nuestras vidas, parecía que no habíamos hablado en mucho tiempo, lo cual sería, de alguna manera, un reflejo de la realidad.
Hubo un momento de felicidad en mi extraño sueño en donde nos reímos de alguna ocurrencia y entonces sentí tu brazo en donde alguna vez me apoyé apoyarse sobre mis hombros. Fue una sensación hermosa, como de seguridad.
Fue entonces que todo terminó y dijiste que viajarías por todo Europa con un señor que se supone era tu padre, a quien nunca he visto en realidad y que conducía un automóvil de los años 50 de color negro, muy bonito y que tenía adornos de plata en el parachoques. Subiste después de la presentación y partiste en él. En el techo estaban amarradas muchas maletas.
Yo también viajaría por todo Europa en auto con mi familia y recuerdo que seguimos el mismo camino hasta cierto momento, en donde descansaríamos en un alguna ciudad extraña mientras tú continuabas el camino.
Desperté y me di cuenta que ese día tenía que dar un examen en la universidad para ver si llevaría introductorios al comenzar el caño. Todo el camino en auto, estuve haciendo un esfuerzo supremo por no pensar en ti, poeta.
Ahora, muchas horas después, mucho más tranquila y con cierto frío, me pongo a pensar si esta sensación extraña significa que todavía pienso en ti.
B.
sábado, 10 de diciembre de 2011
Escupitajo #43
Destrucciones de La Infancia Popular |
Mañana es mi examen de Admitidos en la PUCP. ¿Qué tengo bajo la manga? Nada. La Historia del siglo XX, revoluciones, literatura, figuras literarias, sí, qué delicioso.
No me quejo.
Por un extraña razón, tengo un miedo bastante inusual.
Más que desconfianza es porque últimamente mis nervios, mi organismo y mi mente han sido golpeados por una enfermedad desconocida que mezcla la apatía con la tristeza, el desgano y el aburrimiento.
La culpa la tiene el colegio y su nauseabundo sistema de querer hacer clases cuando no hay nada que hacer.
Mañana quiero hacerlo bien, por favor.
Necesito hacerlo bien.
Req.
jueves, 8 de diciembre de 2011
Segunda Persona
Alguien dijo un día que me amaba y no dudé en creerle. ¿Debí de hacerlo? Ya no tiene la mínima importancia. Podría contarte la historia mil veces y te seguirías preguntando cómo fue, porqué fue y qué excelente que se hayan terminado esos días anómalos de cursilerías, silencios, besos oscuros y poesía trivial. ¿Pero para qué? Quisiera saber si hay alguna diferencia en verme en mi soledad o compartiendo zumbidos con otra persona, verme reír o verme llorar, qué caso tiene ahora, si yo supongo que siempre será lo mismo. Observar de lejos ¿Te suena, se te hace familiar?
No debería de conmoverme verte llorar, si alguna vez llego a hacerlo, no debería de dolerme en el alma la idea de verte partir para siempre, cuando en realidad nunca estuviste aquí del todo... o quizás nunca nos vimos con claridad.
Yo que podría pasar toda la vida a tu lado, me golpeo con el muro de la realidad de vez en cuando. Aún no ha llegado el momento del choque final, solo me estoy preparando, así que no te asustes si me pongo a llorar, si me río un día y maldigo al siguiente, yo solamente estoy practicando para el momento en que me destruyas por completo diciendo "Perdón, me confundí, no quise decirlo". No me sorprendería. A nadie le sorprendería.
No es la primera vez que siento los sinsabores de conocerte y admirarte de esta manera. Escribo tan libre porque sé que nunca lees, me consideras alguien tan normal que suele doler, una mezcla de abandono y orgullo quebrado. Yo no sé, nunca hablaremos de esto, ni siquiera sé si nos veamos de nuevo.
Porque cuando dijiste que debíamos de estar juntos, quizás tenías sueño y eso era todo.
Tonta de mi, porque han pasado tantos años y sigo creyendo que dices la verdad todo el tiempo, que silbas mientras lavas los platos y eres el cuadro perfecto. Mentira, mentira, todos estamos llenos de imperfecciones. Ah, pero si fueras más gentil con mis emociones, prometo que viviría al lado de tus errores por toda una eternidad. ¿Comprendes eso, alguna vez llegaste a entenderlo?
Nada, no somos nada, jamás lo hemos sido. Te amaría si me lo permitieses, te odiaría si me lo pidieses. ¿Hablaremos algún día de esto, o siempre serás mi sueño privado, mi platónico de cajón con llave y mi amigo lejano de sueños nocturnos?
Tú y yo.
Jamás ha habido una unión más incompleta.
lunes, 5 de diciembre de 2011
Convexo
Entre la curva, la caída entre tus omóplatos y tus caderas, yo encontraba un regocijo. Me gustaba refugiarme también entre las líneas aburridas de tus desayunos frívolos de mañanas tristes, esas mesas maltrechas y los platos sucios en el caño que no podían compararse a la felicidad de una mermelada cuando despertabas sabiendo que me amabas. Se acabó, creo que se terminó, pero me gustaría pensar que esto es solo una pausa o el recreo más largo de mi vida.
En ese sabor agrio que yo confundía entre tus besos de mañana y tus llantos nocturnos, podía hallar una rara tranquilidad. Era algo como saber que estábamos en equilibrio, ni felicidad absoluta ni una miseria constante. Tú reías y llorabas, me amabas y me despreciabas, dormías y despertabas, y se supone que todo iba a la perfección. Equilibrios que considerabas absurdos y con el tiempo llegué a entender por qué detestabas que yo pensara todo el tiempo. La vida no es un diagrama, no te acuerdes de tu padre, abandona los regaños de tu juventud de cabello largo y acuérdate un poco de las pinturas en las paredes, del desorden, los zapatos debajo de la cama, el sexo responsable que jamás debió existir en la adolescencia.
Entre la curva de tu indiferencia y tus juegos silenciosos yo encontraba la diversión más infinita. No había nada mejor que tu rostro acercándose y corriendo por los valles de las s!banas, alejando un beso nocturno por el simple placer de verme correr detrás de él. Tu cabellera revoloteando por una sala carente de invitados y de familia, tu espalda carente de huesos terribles observando la ciudad indiferente. Noches de verano recolectando las imágenes congeladas de nuestros años pasados, buscando los números de teléfono de los fantasmas de nuestras familias. Siempre contra todo, contra las reglas, un amor en contra del sistema, jamás faltaba la revolución en ese departamento crema en donde vivimos, cuarto piso, número par en la puerta, de la buena suerte.
domingo, 4 de diciembre de 2011
Poema Del Olvido
Viendo pasar las nubes fue pasando la vida,
y tú, como una nube, pasaste por mi hastío.
como se van uniendo los bordes de una herida.
Los últimos ensueños y las primeras canas
entristecen de sombra todas las cosas bellas;
y hoy tu vida y mi vida son como estrellas,
pues pueden verse juntas, estando tan lejanas...
Yo bien sé que el olvido, como un agua maldita,
nos da una sed más honda que la sed que nos quita,
pero estoy tan seguro de poder olvidar...
Y miraré las nubes sin pensar que te quiero,
con el hábito sordo de un viejo marinero
que aún siente, en tierra firme, la ondulación del mar.
Jose Angel Buesa
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