El día domingo me levanté a las seis de la mañana sabiendo que si me caía al primer intento de salir de la cama, iba a ser totalmente por mi culpa, por mi gran culpa y por supuesto, por mi impulsiva juerga de la noche anterior. Tomé una ducha,casi me saco la mugre al inicio pero sobreviví. Comencé a tocar la Suite N° 2 de Bach en la sala hasta que mi mamá vino a decir que si se me quitó el sueño y a preguntarse internamente porqué su hija tiene que estar tan chalada y mal de la cabeza. Nos amamos. A las ocho, Sarah tocó la puerta, mi amada Sarah y estuve hasta casi las dos de la tarde hablado con ella y contando nuestras hazañas, desgracias y pequeñas felicidades que han sucedido desde que no nos veíamos, es decir, casi un año y algo más.
En la Ceremonia en el Colegio con Ana e Ivonne |
Tomamos un desayuno a base de té no-inglés, huevo frito y pan, estuvimos en mi habitación hablando de poesías, de la vida y de música, almorzamos en el KFC de la vuelta y a veces yo me reía, porque yo estaba sin voz, ronca como un marinero ebrio y descorazonado. Se preguntarán qué demonios hice el sábado. Pues nada que no se haga un sábado: Perderme en el limbo del alcohol, la risa, las amistades y los tacones negros de profesora de lengua. Después de una emotiva ceremonia en el colegio, todos nos fuimos a casa de una amiga y bueno, fue una noche de vino, cubalibre y bocaditos salados. Lo único que recuerdo es que me divertí mucho y que pasaron cosas muy alucinantes, me enteré de una serie de secretos y hoy día lunes, en vez de preocuparnos por los interesantes procesos de las funciones matemáticas, repasamos de inicio hasta fin esta fiesta de Noviembre. Me recogieron en la madrugada, no recuerdo en qué momento dejamos a mis amigas en su casa, pero sí recuerdo que me tiré en mi cama muy sonriente y desperté con ganas de tocar violín. Sarah entendió que a veces se me fuera la voz mientras le contaba del colegio, de mis problemas y de mis hazañas (sí, hazañas).
Hoy me dormí en clase de inglés, de matemática, intenté dormir en Economía pero estaba demasiado interesante y hoy dormiré plácidamente, a menos que decida comenzar a pensar. Por un momento me sentí un poco triste en la salida, pero una canción me salvó el sentido del humor.
Hoy día me tomaron un examen psicológico en mi terapia. Era para marcar verdadero y falso y una de las oraciones decía: No he visto un carro en diez años. ¿Me río? Semanas para terminar el colegio, estoy de buen humor, muy cansada y con hambre, pero de buen humor.
Con amor,
Requiem.
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