Dedicado (lamentablemente) a ciertas mujeres indeseables
que llevaron a mis amigos a la más humillante tristeza.
que llevaron a mis amigos a la más humillante tristeza.
Déjame que te llame, puta
que te nombre con tu nombre
oye tu, ramera,
déjame que te abandone
Escúchame, mariposa, flor extraña,
¿Extrañas mi polen con locura?
¿O mi magia,, sin vergüenzas ni cordura?
Oye tu, perra
déjame que te olvide
Óyeme, zorra ladina,
¿Aún buscas, hambrienta, alguna víctima?
A saciar tu sed de hielo, sangre y lascivia
Oye tu, potra
déjame que te desprecie
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