¿Quién te dijo que podías partir,
dejando la puerta abierta
soltando pétalos cual ceremonia
¿Quién te dijo que podías correr,
con los besos que buscaste y se te negaron
pidiendo perdones absurdos
de los placeres que a los míos, reemplazar trataron?
¿Quién te dijo que podías volar,
como el gorrión traidor de la Muerte
dejando las plumas de un olvido sangrante
dejando el amor en en la ruina, inerte?
¿Quién te dijo que podías golpear,
como la parca y las noches maldecidas?
¿Quién te dijo, pobre desdichado,
que podías llevarte mi vida?
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