domingo, 15 de mayo de 2011

Pesadilla

Soñé que viajaba con mi amiga en un autobús que no respetaba ninguna orden del tiempo o del espacio. En mi sueño observábamos una obra de teatro llena de arlequines, de gente vestida de colores y que hacían pasos extraños de danza en un escenario que se me hacía muy conocido.
En mi sueño mi mamá lloraba preocupada porque había una niña pequeña de tacones negros que vivía por la casa y su vida estaba en peligro. Saliendo del teatro, mi amiga y yo nos encontramos en la misma calle en donde vivo, hacía mucho frío, la gente estaba apachurrada en la esquina observando algo que no podíamos ver. Mi madre apareció de la nada diciendo que ya era muy tarde, era suficiente, quizás era la niña la que estaba ahí. Nos acercamos entonces y todos se hicieron hacia atrás, y así fue pude ver un cadáver demasiado grande como para ser el de una niña, estaba envuelto en sábanas negras, incluso chorreaba algo parecido a la brea y mi mamá se arrodilló para verlo mejor, descubriendo que utilizaba tacones negros. Todo se pusieron a llorar y un gato gris corrió cerca de nosotros.
Sintiendo una ira que jamás había visto antes, comencé a gritarle al gato cosas espantosas, mi amiga se quedó atrás mientras yo le seguía. Le recriminaba, lo culpaba por el asesinato y entonces supe que una energía maligna descansaba dentro de ese animal, le llamaba yo 'demonio' y sabía que me estaba entendiendo. De un momento a otro corrí de tal manera que lo encontré, y tirándolo con todas mis fuerzas contra una pared de metal cercana, maté al gato, dejando una marca de sangre en el muro gris.
En mi sueño, el autobús extraño nos llevó a mi y a mi amiga hacia una tienda en una ciudad soleada llamada Chiclayo, lugar que jamás he visitado. Entramos a una tienda en donde vi estantes repletos de ropas negras, púas, instrumentos extraños, cosas que suelen llevar los metaleros encima y que considero familiares. Hice propaganda del lugar por medio de una radio y me fui a buscar más cosas, hasta que encontré un estante en donde había una chica delgada, pálida y de pelo fucsia mirándose las uñas. Nos saludamos y en la vitrina guardaba discos, música y sobres extraños con polvos blancos adentro. Una persona extraña llegó y le bromeó a cerca de las rarezas que vendía, ella solo le miró con indiferencia. Uno de esos sobres blancos decía "LA NARANJA MECÁNICA / FRANCIA" y la chica me dijo algo respecto a enterarnos todos de la verdad.
Me retiré en el bus de aquella ciudad soleada. En mi sueño, estaba regresando a casa y adentro de otro autobús encontré a unas amigas llorando y riendo, como si no supieran como sentirse.
Poco después, apareció mi mamá observando unas fotografías mías con mis amigas, en donde todas sonreíamos como si estuviéramos en una fiesta, y el gato gris que yo había matado hacía poco, descansaba en mi regazo como si siempre hubiera sido mío.

No hay comentarios: