La gente se muere en Internet por encontrar blogs de chicas con anorexia que son promiscuas y se cortan las muñecas. Yo por otro lado, me muero de verdad por que esta noche pase. Los domingos, regresando a mis tendencias depresivas de hace muchos años, se han vuelto de nuevo días tenebrosos, depresivos, llenos de rinitis y luchas por no dormir profundamente abrazada a mi nuevo búho de peluche. La otra vez caminando por el barrio chino lo observé y supe que sería mío, aunque todavía no decido como llamarlo. Duermo con él desde que lo compré, espero que no se trate de otro trance en donde retrocedo y me siento chiquita e inocente de nuevo.
La verdad sobre Google |
Imposible.
Ya no puedo ser chiquita ni inocente de nuevo. Próxima a los 17 años, esta adolescente que escribe mucho y aún suma inútilmente con los dedos se prepara para comenzar otro bimestre escolar. ¿Quieren saber algo muy extraño? Así como esa gente se muere por leer relatos eróticos e historias de anoréxicas para lamentarse secretamente de vidas ajenas, yo me muero por regresar al colegio. Extraño levantarme todos los días a la misma hora, hacer tareas, prestar atención a (algunos) profesores y charlar en clase con muchas personas que recién estoy conociendo este año. Extraño también reírme entrañablemente, hacer laberinto, mancharme las manos con tinta azul y saludar a todo el personal que se me cruza en los pasadizos. Mi vida sin el colegio, o en general sin estudiar o dedicarme a algo en especial, es demasiado deprimente. Resultados de esta semana de vacaciones: Pesadillas, llanto, pensamientos rencorosos y un resfrío espantoso que, me imagino, me dejará mañana.
Aunque también han pasado cosas muy interesantes, como haber tenido la agradable visita de una vieja amistad, ver y saltar (mas no quedarme afónica) en el concierto de Paul McCartney y filmar un cortometraje que se quedará en Youtube por el resto de la historia. Han sido días muy grises, créanme que estos dos meses planeo romperme el organismo con tal de no perder la concentración en cosas importantes.
Mis mejores deseos para todos ustedes, si por casualidad están teniendo problemas muy malignos, solo diré que es probable que en mucho tiempo se detengan para siempre. Estamos pasando por temporadas de miasma espiritual, pero créanme que pasará.
Y cuando los raros racionales dominemos el mundo, todos esos idiotas que nos hicieron la vida imposible van a recibir lo que merecen.
Con amor,
Requiem.
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