domingo, 27 de junio de 2010

Renovación Espiritual / El Secreto

Han tenido que pasar muchos años para que por fin me de cuenta de cual es el secreto. Y no, la respuesta no me llegó porque leí el libro o porque vi la película pirateada una tarde de Domingo. La respuesta llegó gracias a todos los tropiezos que he tenido en mi vida, las caídas, los malos momentos, absolutamente todo lo doloroso, me ha servido para concluir esa lección confusa de lo que es vivir. Y muchos dirán ¿Qué demonios sabe de la vida una mocosa de quince años? No digo saber mucho, pero sí lo suficiente para vivir mi vida en paz, para saber levantarme y ayudar a los demás cuando ellos sean los caídos.
No sé por donde comenzar ni a quién agradecer primero, las personas que de verdad quieren a uno, lo ayudan a llegar a éste momento crucial. El momento en donde asientes la cabeza y dices "Ah, entonces es ASÍ como debo de vivir". Ayer por la noche me di cuenta que uno nunca debe de recordar las cosas malas como simples episodios dolorosos, como cosas que nos hagan retroceder. Por el contrario, esas malas experiencias deben de ayudarnos a seguir avanzando, a darnos cuenta que el error no se va a volver a cometer. Si esa vez perdimos, no hay que recordarnos como perdedores si no como alguien que está en el proceso de aprender.
No me digan que alguno de ustedes nació pronunciando bien "mamá" o que respondió correctamente que dos mas dos es cuatro la primera vez que se lo preguntaron.
Voy a escuchar, voy a aprender a aprender. Si ganas, gana respetando a la persona que perdió, porque algún día podría superarte. Si pierdes, pierde con la cabeza en alto, sabiendo que diste todo de ti, nunca pienses en la posibilidad que no hay remedio.
La vida no es una pesadilla, de algún manera es una carrera. Si fuera una pesadilla, no tendríamos episodios de tiempo en donde las cosas van increíblemente bien, no conoceríamos a personas especiales ni sabríamos saborear la victoria. Gracias a mi padre por hacerme ver las cosas desde que era pequeña, por hacerme conocer el mundo y sus maravillas, sus trampas, sus beneficios.
Los tiempos en los que vivimos no son para ocultarte ni para dejarte llevar por los pensamientos ajenos. El tiempo en el que vivimos es para dar a conocer quién eres en realidad, que no tienes miedo de demostrar tus ideas ni de ser discriminado. Vales más que la envidia de las personas. Porque cuando alguien quiere hacerte daño, es porque viéndote caer ellos se sienten mejor, y esa es otra cosa que aprendí con los golpes más que con los libros de Auto Ayuda que nunca leí por plena flojera o desinterés.
Son conclusiones que finalmente pensé en una noche que nunca pensé que iba a llegar. Estoy tranquila, pensando que ya no tengo más razones por las qué sentirme mal, tampoco ningún tema al cual dar vueltas ni criticarme mis errores.
Se terminó, amigos míos.
Éste, ha sido el secreto que finalmente descubrí.


Req
Gracias a mis padres por cuidar de mí hasta el final.
Gracias a mi Padre por todo.
Gracias a la sabiduría de la doctora Muffin,
de Sarah,
de César.
Gracias al apoyo de mis valoradas amistades del colegio.
Gracias a todos los que estuvieron aquí.

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