martes, 15 de junio de 2010

Lógica Clandestina

DESDE: Laboratorio de Cómputo del Colegio

El catalizador preferido para un ataque masivo al sistema nervioso quizás sea una revista sobre postulantes y una lista de letras pequeñas que habla sobre los beneficios de una universidad. Parecido a los contrarios que firman las personas que compran Seguros… si no miras la letra pequeña mueres.
Hasta esta mañana, las cosas iban en su equilibrio normal, todos dormían, otros estudiaban y la mayoría se perdía en pensamientos tan profundos como triviales. Llegó la famosa revista en donde solo figuraba gente blanca, como de costumbre. ¿Nunca nadie se pone a pensar que ya no hay personas de color en la publicidad? Es ligeramente contradictorio que aquí en mi país tratemos de poner a gringuitos y gente de ojos claros en todas las propagandas olvidando que originalmente, nosotros no somos ni claros ni mucho menos con ojos claros. A menos que a alguien se le ocurra la brillante idea de los ojos de contacto. (Suspiro) ¡En fin!
Lo que seguía era que todos comenzamos a buscar información sobre lo que pensábamos ser en el futuro, sí, por aquí me fui a literatura y psicología. (Yuju…)
Quizás entendí demasiado en la clase de matemática. Estamos en circunferencias, siempre me gustaron los circulitos y no sé porqué, debe de ser porque tienen un sentido muy filosófico. No veo a un círculo como una forma, más bien como una representación de lo que es una rutina o en todo caso un problema. A veces me pregunto por qué nunca veo lo que debería de ver ¿Un circulo equivale a un problema? Comienzo a sospechar que los profesores de matemática que he tenido siempre han tenido una razón válida para reírse disimuladamente cada vez que me encuentran en los pasadizos.
O en los casos más dramáticos, comprando pan en Metro.
La revista sobre postulantes no solo era indirectamente racista, quizás nos ilusionaba demasiado. Durante nuestra visita a una universidad este año (nada de nombres… ups) alguien nos barrió con la mirada y dijo “Les enseñan la universidad como si fueran a entrar”. El comentario no solo fue cruel, fue un inhibidor de nuestro entusiasmo.
Estoy utilizando las únicas dos palabras que memoricé de mis clases de química el año pasado. Bueno, es una exageración, hasta ahora recuerdo que el cobre es un metal y agua es H20.
Se va a terminar la clase.
Ya hablaremos.

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