viernes, 10 de febrero de 2012

Anotación #5

Me carcome un cansancio bastante particular. Desde que comenzó el mes no puedo leer ni tocar en paz porque me duermo en todos lados, en el autobús, contra la puerta del auto de papá, en mi cama, en el sofá, en el suelo cuando me siento a pensar.
Alice Glass - Crystal Castles
El miércoles por fin pude comprar "Los hombres que no amaban a las mujeres" y cuando termine mi libro sobre el terrorismo iré a desgarrar el plástico que lo envuelve con las ansias de siempre. 
Extraño mucho a Clío, aunque anoche hablamos y nos reímos por teléfono por casi dos horas y también extraño a mi buen amigo Rein. Desactivar mi Facebook es lo mejor que he hecho en este año por mi, además de comprarme libros clandestinamente e ir a nadar una hora diaria. 
Lamento venir a escribir mis cansancios y mis trivialidades, pero este lugar es simplemente terapéutico. Lo necesito para poder continuar bien -o por lo que se entienda por bien-. 
Iría al cine pero no tengo con quién. Poco a poco me va consumiendo una sensación de aislamiento enorme y sí, es a consciencia, lo siento mucho. 
Hoy día hubo una charla en mi ahora nueva universidad PUCP y fue extraño y al mismo tiempo bonito ver cómo tenía en común ese "miedo y timidez" que tienen las personas cuando están en un grupo grande en donde no conocen a casi nadie. 
A la salida vi a una chica menuda vestida completamente de negro y que tenía la piel más blanca que alguna vez he visto. Era tan linda y hermosa que quise tomarle una foto, pero no tenía cámaras, así que me valgo de mi memoria. 
Estoy a punto de caerme de sueño. Quisiera ponerme a escribir de nuevo, tengo decenas de ideas palpitando pero la vista y las manos me traicionan. 



Con infinito amor, 
Requiem. 

1 comentario:

Reinhardt Langerhans dijo...

Hmm... si Réquiem habla de sueños repentinos, puede que esté padeciendo una condición llamada "Narcolepsia"
No recuerda Reinhardt qué tan mala o dañina sea, pero una pequeña investigación en internet seguro aumenta los conocimientos de este par.

"Los hombres que no amaban a las mujeres" Vaya, ese libro se ve bastante denso. Y la sensación de desgarrar el plástico de un libro, dice el mexicano bloguero, es tan sublime como catársica. Espera él que suba entradas al respecto de los escritos del occiso Stieg.

Por cierto, de esas chicas curiosas vestidas de negro son de las que Rein tiene debilidad. De algún modo, él envidia su suerte para toparse con gente tan interesante.

Saludo en preludio del fin de semana, manda R.L. a Réquiem.

Carpe Noctem (S)