sábado, 18 de febrero de 2012

Alcoholismos I

Escuchar música sacra y piezas de violín para tranquilizar el ritmo cardíaco, un poco del ligero dolor cerebral, el sabor amargo que deja el alcohol después de una buena tarde. Los viernes siempre tuvieron sabor a colegio, un poco, reunirme con mis amigos de secundaria, tomar alcohol ligero y hablar de la vida, consumir comida chatarra, prender la tele pero no observarla, decir malas palabras como solo los recién salidos del colegio podrían decir. Tengo el ritmo acelerado, el vino suele causar eso.
Cuando las personas dicen vino piensan en una serie de estupideces bastante hermosas. Uno dice, relaciona al vino con las noches apasionadas, dicen vino y se imaginan algo bastante refinado, con alfombras rojas y con chimeneas, vampiros, cosas un poco barrocas, quizá. ¿Por qué? Los músicos, los bohemios, por lo menos la idea alegre que tengo de ellos está llena de vino, no tiene nada de refinado, es algo natural, que nació como la música; de la más profunda y nada agradable necesidad de manifestar una emoción.
Con el paso de las horas siempre mi cerebro se vuelve un revoltijo de ideas. Lo lamento si pocas veces es comprensible, no es mi intención, solo deseo dormir; arreglar mi horario nervioso. 
La primera persona con quién bebí mucho alcohol fue mi padre. Nunca he perdido el conocimiento, nunca he "metido la pata" con nadie y no me agrada esa tendencia tan usual en donde las personas que han bebido se ponen cariñosas con su entorno; solo trae problemas y felicidades de unos minutos, eso es todo.
Me pregunto si hay alguna clase de relación entre la noche y los vicios. No escucho que la gente beba alcohol de día con sus amistades, tampoco veo prostitutas en las calles. ¿Será el hecho mismo de estar escondido del resto? Quizás la sombra, el hecho de no ser visto por nadie, hundirse en sus propios pensamientos en soledad o de manera secreta, es una idea que alegra a muchas personas. 
Parte de la psicología humana. Lo único que sé de ella, es lo que he podido sentir y lo que he visto reflejado en otros, como espejos borrosos, supongo. Todos tenemos algo en común con todos, seríamos como hermanos si basáramos nuestro parentesco en las cosas que hemos vivido. Todos fuimos abusados por la vida en algún momento.
Pero si mañana me levanto y me río con las personas como siempre me río, habré vencido a los baches de la vida de nuevo, como todos los días, como hacemos todos.
Quiero tocar violín por siempre. 
Y al mismo tiempo, dejar de creer que los objetos tienen vida, en mi carencia de tener alguien además de Sarah, en quien depositar sin miedos ni tabúes mis más profundas ideas. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encantas, vivirte es más de lo que una persona puede desear. Sí, vivirte, sentir que todo es real, que no hay lugar para la fantasía, ya no más.

Unknown dijo...

"Quizás la sombra, el hecho de no ser visto por nadie, hundirse en sus propios pensamientos en soledad o de manera secreta, es una idea que alegra a muchas personas."

Me enamoré de este fragmento, eres simplemente genial.

~Vero~ dijo...

Tocas el violín? qué copado...

Me fascina cómo escribís *.* simplemente es precioso