martes, 28 de febrero de 2012

Secretos

"Seamos amantes. Así de sinvergüenza, de brusca y de grosera. He abandonado la persona que fui en el colegio, quizá un poco cerrada, probablemente un poco ciega, por no decir que todo lo que no estaba en orden era un sacrilegio y un total escándalo. 
Estamos todavía en los últimos tiempos de vida del verano, no hay porqué preocuparse ni tomarse las cosas de manera tan sombría. Un poco de ridículo arco-iris, acuarelas desordenadas, manchas de pintura por todos lados pero ni un solo agujero de triste gris o de negro malhumorado. Nos hace falta el azul de mar que está lejos de alguna manera, el calor es solo calor insoportable pero lo que nos hace falta es la tibieza de lo agradable.
Pero me alejaré de estas explicaciones. Volviendo al tema de mi sinvergüencería, deberíamos de ser amigos por siempre. ¿Quieres que seamos amigos por siempre? ¿Confiarnos las cosas, así sin vendas ni eufemismos? Vamos, vamos, entonces hay que volvernos amantes. 
Después de tantos tropezones bastante infantiles y a veces crudamente reales, supongo que hemos aprendido a llevarnos el amor con bastante incredibilidad. Un beso es un beso, una cogida de manos es una cogida de manos ¿Y eso qué? Dicen que cuando duele es amor verdadero, entonces nos hemos enamorado verdaderamente de muchas personas. 
He abandonado mi versión cursi y totalmente adornada de lo que es el amor. Lo más probable es que me entere realmente en unos años, cuando me establezca por completo con una sola persona de por vida y hasta ese momento, todo parece ser partes del rompecabezas de crecer.
Por la misma razón que yo no estoy enamorada de ti y tú no estás enamorado de mi pero ambos necesitamos alguien en quien confiar y manifestar ciertas cosas, deberíamos de ser amantes. Nadie sale herido porque nadie ama a nadie. Bang, así de sinvergüenza, así de horrible como suena, pero es la más cruda realidad.
Relajémonos un poco y al diablo todo lo que queda. 
Si vamos a cometer errores, cometamos los mejores"



Berta Dagna. 


lunes, 27 de febrero de 2012

Amargo

Hoy día estoy tan alegre como un árbol huérfano a punto de ser transformado en una mesa. Ni triste ni neutral, simplemente me siento con una nube negra llena de truenos encima de mi cabeza y que si alguien me enfrenta de alguna manera hoy día voy a extraerle los sesos por la garganta. 
Estoy de pésimo, venenoso y horrendo mal humor. Quizá todo comenzó cuando mi mamá quiso recitar a Pablo Neruda en el almuerzo y corrí a decirle, casi con desesperación que por favor se detuviera y no es que Neruda sea un mal poeta o que no me gusten sus trabajos, simplemente no estoy de humor hoy día. 
Tampoco lo estuve ayer, ni la semana pasada ni el mes pasado. Ya no estoy de humor para poemas amorosos ni para oír conversaciones melosas entre dichosos conocidos míos. Juro que si escucho un te amo más en algún lado voy a estallar. 
¿A qué se debe? Si tuviera menos amargura dentro mío me pondría a pensar con más calma en porqué esa alergia al romanticismo, a  la felicidad basada en vida conyugal y en sí, la dicha que hay entre dos personas que se quieren.
Siento que estoy siendo más monstruosa que nunca en el sentido de insensible respecto a estos temas. Una sinfonía, un cuadro, una película puede hacer llorar todo lo que se pueda pero cuando alguien comienza a contarme sus líos amorosos no puedo evitar tener la simpatía y el carisma de un coágulo de sangre (frase original por Reinhardt) y pensar que me importa un pepino. 
Le dije a mi mamá que es la misma emoción que tienen las personas solas cuando se viene San Valentín. De repente odian todo lo rojo, los corazones, el cine lleno de infelices personas y vaya, misantropía por toda la semana, pero si tuvieran alguien con quién pasar esa ridícula fecha, no se les ocurriría jamás. 
Actualmente solo me importa leer, tocar el violín y dedicarme a otros menesteres artísticos.
Siento que todo lo relacionado al romance no solo me desagrada en sobremanera, si no que me arruina el humor del resto de la semana.
Odio esto.



Req. 

sábado, 25 de febrero de 2012

Anotación #6





¿Quién será el loco de remate que se enamorará de mi en el futuro? 

La Música




¿Qué haría yo sin ti, si no ahogarme en el silencio?
Sin ti me perdería en el silencio como una sombra hambrienta
y sentiría la mano fría de la muerte
acariciando el cabello que ningún cariño ha acariciado

¿Qué haría yo sin ti, si eres lo único que me queda?
teniéndote lejos, confiaría mi alma a la nada
estando desaparecido, me abandonaría a la desolación
porque tú eres la vida, sin mentira y sin traición

¿Qué haría yo sin ti, si eres parte de mi corta eternidad?
tenerte lejos y que mi vida desapareciera
y en tu desaparición, que mi alma se descociera
pero nadie jamás comprendería, que te amo en sobremanera

Las Cenizas de Magnolia (mi primera novela).


Este sería un resumen extremo de la novela en la que estoy trabajando y pronto terminaré. Aún no he pensado en el título, pero momentáneamente podría llamarse Las Cenizas de Magnolia.





"Magnolia es una joven de una familia adinerada pero disfuncional que debido a un accidente cuando su madre estaba aún embarazada, tiene una extraña afición por el fuego lo cual la convierte en una pirómana que colecciona encendedores, cajas de fósforos y cigarros y se siente mejor prendiendo fuego a las cosas. El último año de su vida escolar se ve quebrado por la partida de la única persona que ha querido alguna vez, el joven Paulo, nieto de una antigua bailarina alemana quien parte a un lugar lejano al otro lado del mundo por problemas familiares. Mientras tanto, en la fría ciudad, Magnolia sobrevive entre acosos por parte de un personaje de su pasado y en un entorno escolar lleno de vicios y traiciones"  

Anotación #6

Literalmente me muero por ir al concierto de Morrisey en Marzo.
Morrisey, siento que si no te veo este año, nunca más lo volveré a hacer.
Dinero, ven a mi.



jueves, 23 de febrero de 2012

Lisbeth Salander & El Lesbianismo

Desde que comencé a leer la Trilogía Millenium y vi el remake americano "La chica del dragón tatuado" con mi emocionada madre y mi perturbado padre que casi se va a la mitad de la película, no he dejado de acosar de todas las maneras posibles al personaje ficticio de Lisbeth Salander. 
Aunque admiro mucho la delicadeza de las personas (en especial en los hombres pues lo considero un rasgo poco usual) de alguna manera siento atracción hacia los personajes rudos. Y si hablamos de rudeza, en ese caso Lisbeth Salander la presenta en su forma femenina al máximo y completo límite. A pesar de todo, todavía mantiene esos rasgos de timidez que solamente demuestra con contadas personas, por lo menos en lo que llevo de la Trilogía.
Salander aparece como una chica joven que aparenta se menor de edad por su corta estatura y su cuerpo delgado y carente de formas femeninas (hasta que se opera los senos en el segundo libro). Se le reconoce no solo por su curioso aspecto físico si no por su vestimenta oscura que rodea los estilos góticos y del punk. Tiene una colección increíble de camisetas con mensajes ofensivos. Fue declarada por el Estado Sueco como incompetente y con problemas hasta de psicopatía e incluso como una retardada mental por su desánimo a responder a exámenes médicos y por no haber terminado nunca la escuela.
Lo que pocos saben es que Lisbeth Salander posee memoria fotográfica, lo cual le permite recordar con detalle cualquier imagen o texto que vea. En una escena del primer libro, ella aparece "leyendo" un libro diez segundos por página. Se especula que puede poseer también el Síndrome de Asperger. Es algo promiscua y tiene tendencias bisexuales. En realidad le gusta el sexo y no se preocupa mucho si la persona es hombre o mujer.  A Lisbeth no le gusta abrirse a los extraños, es callada, bastante ruda cuando desconfía de alguien pero no es malagradecida ni mucho menos alguien desagradable. Sabe reconocer las buenas acciones, pero cuando es provocada uno puede sufrir las cosas más retorcidas.
Lisbeth Salander se ha vuelto uno de mis personajes femeninos más admirados y estoy secretamente enamorada de ella en el sentido más ficticio posible.
Últimamente la gente se está tomando ese asunto de la homosexualidad como si fuera algo horripilante. Lisbeth me parece hermosa, perfecta e imperfecta de tal manera que llega a un equilibrio casi épico. Las personas tienen que aprender que admirar la belleza o las características de una persona del mismo género no tiene nada de homosexual. Vamos gente, abandonen el pensamiento del siglo antepasado, en el 2012 las mujeres miran mujeres y los hombres miran hombres en la calle y eso no significa que sean gays o lesbianas. Basta. Pero en todo caso amo a Lisbeth Salander y seguiré esta Trilogía Millenium hasta el final y luego tendré que encontrar algo que hacer. Jamás había encontrado a un personaje tan enigmático, frívolo y al mismo tiempo cálido. Junto con un par de amigos y una que otra amiga, nos hemos vuelto los fans número de esta hermosa chica. Su estilo me inspira.
Y solo para responder algunas de sus morbosas dudas, me gustan los hombres y no soy bisexual.

Erotomanía



No te conozco pero te pienso todo el tiempo,
como una marca de brisa solitaria de infancia
el brazo que me rodeó todos estos años
y la sonrisa que me consoló bajo la lluvia

No te he visto pero pienso en tu rostro,
como las pinceladas de los retratos de oído
la mirada benevolente de tu corazón lozano
y tus manos de dedos largos como una risa

No te he tocado pero pienso en tu toque
como el toque de la vida fusionada con la muerte
el frío primaveral de tu beso lejano
y tu voz, silenciada, en mi paciente fantasía

lunes, 20 de febrero de 2012

Los Hombres Que No Amaban A Las Mujeres

Llevada a cines bajo el nombre de "La chica del dragón tatuado". Hace un par de noches terminé de leer esta ASOMBROSA novela. Un detalle bastante bonito y genial, es que debajo de los títulos de cada página que presenta al capítulo, hay una pequeña inscripción:

El Febrero

Hoy día recibí una clase de matemática después de mucho tiempo. Hice una serie de cosas sobre números reales, enteros, intervalos y más etcéteras. Dos horas bastante animadas de matemática elemental y que cualquier alumno que fuera a ser ingeniero se tomaría como una broma sincera y me diría que soy una burra integral por no saber cosas tan pero tan simples. Problem? Sinceramente tengo demasiados huecos en matemáticas, fuera del hecho que ni siquiera me gustaron en Kinder y aunque sé que son importantes y tienen todo un contexto y espacio vital para hallarle un equilibrio al mundo, desearía que nunca hubieran llegado a mi vida. A pesar de todo, me siento entusiasta respecto a esto. Voy a llevar uno que otro curso de matemática simple (dicen que es simple) en la universidad por un año y luego nunca más, hasta donde me he enterado. No, no me voy a confiar. Por más que me repitan constantemente que es cosa de niños, siempre le tendré miedo hasta a las sumas. Sí, el odio es mutuo. 
Pasé un miércoles alegre con Giani
Regresé a casa caminando mas o menos al atardecer, escuchando Crystal Castles y con problemas en el zapato derecho; en algún momento, tuve ganas de caminar descalza hasta casa. Habían unas nubes negras con tonalidades rojizas y moradas en el cielo. Curiosamente, vi a muchas personas en la calle (más de lo común en el barrio comercial en donde vivo) y entre las luces amarillas de los postes, los autos y las tiendas, tuve uno de mis leves ataques de paranoia y pensé que alguna desgracia había sucedido. Todavía no se me va un poco la sensación que algo va a suceder. Debe de ser el clima, siempre tan pendejo inestable en los últimos días. 
Estoy de excelente humor, algo entre indiferencia total y amor por una buena parte de la humanidad. Después del francés compré el segundo libro de la Trilogía Millenium, es decir, La chica que soñaba con una cerilla y un galón de gasolina. Me ha dolido en el alma haber tenido que gastar 89 soles en este libro gordo y delicioso que parece una Biblia y sinceramente me ha fascinado. Cuando compre el tercero, habré gastado casi tres meses de propina. 
Nunca antes en mi vida había gastado mi dinero de esa manera; la mayor parte del tiempo, lo tengo guardado porque no se me ocurre nada en qué gastar. Bingo, necesidades literarias. Gracias, Stieg Larsson. 
Mañana tengo clase de violín y solamente he tenido dos días o menos (considerando las horas que me la paso en otros menesteres) para practicar el famoso Ejercicio 24 que es sumamente sexual genial y una pieza bastante bonita. El profesor E dijo que mi problema es la concentración. Estoy de acuerdo con él, tendré que ejercitarla de alguna manera (¿Ideas?).
El calor azota mi ciudad y se me acaban las ideas para arreglar mis horas de sueño. Bang, por otro lado, últimamente me tomo las cosas como que me importan un carajo con bastante tranquilidad. 


Besos de paranoia, 
Req. 


sábado, 18 de febrero de 2012

Alcoholismos I

Escuchar música sacra y piezas de violín para tranquilizar el ritmo cardíaco, un poco del ligero dolor cerebral, el sabor amargo que deja el alcohol después de una buena tarde. Los viernes siempre tuvieron sabor a colegio, un poco, reunirme con mis amigos de secundaria, tomar alcohol ligero y hablar de la vida, consumir comida chatarra, prender la tele pero no observarla, decir malas palabras como solo los recién salidos del colegio podrían decir. Tengo el ritmo acelerado, el vino suele causar eso.
Cuando las personas dicen vino piensan en una serie de estupideces bastante hermosas. Uno dice, relaciona al vino con las noches apasionadas, dicen vino y se imaginan algo bastante refinado, con alfombras rojas y con chimeneas, vampiros, cosas un poco barrocas, quizá. ¿Por qué? Los músicos, los bohemios, por lo menos la idea alegre que tengo de ellos está llena de vino, no tiene nada de refinado, es algo natural, que nació como la música; de la más profunda y nada agradable necesidad de manifestar una emoción.
Con el paso de las horas siempre mi cerebro se vuelve un revoltijo de ideas. Lo lamento si pocas veces es comprensible, no es mi intención, solo deseo dormir; arreglar mi horario nervioso. 
La primera persona con quién bebí mucho alcohol fue mi padre. Nunca he perdido el conocimiento, nunca he "metido la pata" con nadie y no me agrada esa tendencia tan usual en donde las personas que han bebido se ponen cariñosas con su entorno; solo trae problemas y felicidades de unos minutos, eso es todo.
Me pregunto si hay alguna clase de relación entre la noche y los vicios. No escucho que la gente beba alcohol de día con sus amistades, tampoco veo prostitutas en las calles. ¿Será el hecho mismo de estar escondido del resto? Quizás la sombra, el hecho de no ser visto por nadie, hundirse en sus propios pensamientos en soledad o de manera secreta, es una idea que alegra a muchas personas. 
Parte de la psicología humana. Lo único que sé de ella, es lo que he podido sentir y lo que he visto reflejado en otros, como espejos borrosos, supongo. Todos tenemos algo en común con todos, seríamos como hermanos si basáramos nuestro parentesco en las cosas que hemos vivido. Todos fuimos abusados por la vida en algún momento.
Pero si mañana me levanto y me río con las personas como siempre me río, habré vencido a los baches de la vida de nuevo, como todos los días, como hacemos todos.
Quiero tocar violín por siempre. 
Y al mismo tiempo, dejar de creer que los objetos tienen vida, en mi carencia de tener alguien además de Sarah, en quien depositar sin miedos ni tabúes mis más profundas ideas. 

viernes, 17 de febrero de 2012

Cloruro De Sodio

Desde el año pasado, cada vez que tengo una herida o un rasguño, corro a la cocina y me echo sal, a veces pura, a veces mezclada con agua, antes que se diluya. Si existiera un cloruro de sodio para el alma, probablemente me la pasaría sintiendo ardores terribles en mi estructura espiritual todo el tiempo.
¿Se imaginan? Cuando hable con personas que simplemente no debería de escuchar, podría decirles "Un momento por favor" y en el baño más cercano, inyectarme dosis que cicatrizaran agujeros y heridas abiertas que descansen en mi alma. ¿Serían las cosas más fáciles, entonces? 
¿O quizás es mejor que el tiempo pase y aprendamos a sanar solos? Hay una diferencia bastante absurda entre olvidar, perdonar y sanar. Creo en el perdón, pero no creo en el olvido. 
Las personas creen que de verdad el olvido es algo real. No, no lo es, el olvido no existe. Siempre quisiera saber porqué no podemos olvidar esos momentos desagradables así como nos olvidamos de las tonterías que nos enseñan en el colegio o de los teléfonos de nuestros amigos. ¿Se dan cuenta de eso? ¿Mas o menos? 
Sabes que has perdonado cuando hablas de algo desagradable que viviste con una persona y no sientes ninguna clase de sensación terrible; a lo máximo, una pequeña nostalgia de lo inocente y sensible que eras en esos tiempos. Las personas que saben perdonar, han vivido demasiadas cosas. Así dicen, la práctica hace al maestro.
Pero efectivamente si las cosas siempre te han salido bien o tu procuras que te salgan bien y todo sea perfecto porque en algún lado anómalo de tu cerebro crees que te mereces cosas buenas por tus buenas acciones, perdonar será la cosa más difícil del mundo. A lo mejor demoras años, como en las telenovelas y en un momento, en el lecho de muerte de esa persona, lo perdones para darle la entrada al cielo y sentirte mejor persona. Estoy un poco cabreada, me alegra no beber desde hace tiempo, pues me dedicaría a escribir testamentos de todo lo que se me pasa por la mente en vacaciones, tiempo de tedio hasta límites de la muerte.
Sanar, por otro lado es algo bastante complejo, como las orugas que se vuelven mariposas. Lleva tiempo, muchísimo tiempo. Veo el hecho de sanar como algo ajeno al olvido o al perdón, de alguna manera. Sanar es la ausencia de dolor y de marcas, así de simple. Hablo de esto que me pasó, ya no me hace llorar ni gritar ni destrozar cosas, simplemente sucedió y bang, me siento relativamente mejor a comparación cómo era antes.
Solamente puedes decir que has sanado cuando tu "estado de enfermo" fue en serio grave. Sanar por tonterías de tres días o tres semanas es lo mismo que olvidarse del asunto por tener cosas mejores en qué pensar. 
Perdonar es para valientes llenos de cicatrices.
Olvidar es para fuertes de corazón y alma, quizá que llegaron un poco a la insensibilidad.
Y sanar, 
es solamente para los que estuvieron al borde del abismo, y supieron ganarle a la muerte. 

Nada Nuestro

No es que siempre hayas sido un cretino. Perdón, en realidad nunca lo has sido. Todo el tiempo siempre admiré tus modales, tu caballerosidad tan evidente y tu tendencia hacia los buenos hábitos, como lavarse las manos todo el tiempo, ducharse mucho y mantenerse en forma, todas, actividades que nunca he sabido mantener. Quizás si hubieras sido un cretino en serio, un hombre que escupiera en la calle, hablara malas palabras con frecuencia y fuera brusco, carente de delicadeza, las cosas habrían sido diferentes. 
No habría sentido la esperanza de encontrar un corazón rojo debajo de esas ropas recién planchadas, un poco de pureza y una gran carencia de maldad. Son cosas de la vida, pruebas que nos ponen para que seamos mejores; así es como me explico que al abrir tus puertas de par en par, si es que en algún momento lo logré, encontrara todo lo contrario. 
Es inútil que me mantenga levantando la bandera que todo lo que dejado en un sarcófago. Todas las veces que he intentando correr y escapar, han sido inútiles, no sé si es porque encuentras cierto circo en mis pequeñas penurias o porque no me esfuerzo lo suficiente para dejarte atrás. Enfado, es lo que menos podría sentir en momentos como estos. Supongo que será nostalgia o una clase de pena mezclada venenosamente con decepción. Una poción mortal, pero es la única que conozco entre los dos. 
Si desde el primer momento en que te vi alguien me hubiera dicho todo lo sucedería, si es algo de verdad sucedió y fue real, probablemente yo me habría retirado, habría corrido hacia alguna habitación con la puerta cerrada a donde no pudieras llegar nunca. 
Lo único rescatable quizá sean los sentimientos grandes, casi infantiles, pero bastante puros que tuve hacia ti hasta algún tiempo. De ahí todo se transformó en la común codicia que siente la gente que se quiere y se decepciona, que se promete y rompe sus propias reglas, quién sabe porqué. ¿Quién apuñaló a quien? ¿Quién fue la primera decepción, el primer golpe? Lo único que yo podría responder, es quién lloró primero, por más estúpida que haya sido la razón.
No te extraño, pero sí extraño la persona que creí que eras. Es decir, extraño un sueño, una ilusión, algo sin sentido, como el polvo flotando entre la luz de verano que se escabulle por las ventanas.
Pero sinceramente da igual si te presentaste como un caballero, si te transformaste en puerco o si siempre fuiste un ser humano.
Desde el momento en que te vi, fue la nada disfrazada de algo, la que me consumió. 

Eventos (Des)Afortunados

En la última semana todo se puso de cabeza. En algún momento de lo que llevamos del año, me puse a pensar en que borrar personas de tu vida era que carecía de importancia y que las personas iban y venían como el polvo que entra por tu ventana y se va cuando decides limpiar. ¿Quedó un poco claro mi símil? Sí, dije símil, poco a poco comienzo a recordar lo que me enseñaron de figuras literarias y no, no en el colegio, ahí la educación me pareció buena pero con huecos de deficiencia. BANG!
Mi apreciado Búho Terapéutico
Continué en mi estado (aún lo mantengo en realidad) de ser una huraña de las cavernas hasta que en menos de dos semanas todo pareció arreglarse. Las personas se volvieron amigables de repente y algunas que simplemente no debieron de cruzar la puerta de mi realidad, lo hicieron sin tocar. Cosas que pasan. Tuve que entablar conversaciones no muy largas pero bastante delicadas sobre lo sucedido y ahora me pongo a pensar de vez en cuando en si de verdad es necesario desaparecer a las personas de tu vida solo por un evento o dos. Mi posición sigue siendo monstruosa, porque si una persona decidiera desaparecer por algún capricho o molestia absurda hacia mi persona, no haría nada por recuperarla, a menos que de verdad yo tuviera la culpa.
En momentos como estos, se me pasa por la cabeza que no le tengo miedo a la soledad.
Pero todos sabemos que el ser humano, sin relacionarse con los demás, simplemente pierde la cordura (un momento...)
Desde el famoso 14 de febrero, día de materialismo, melosidad y que carece de importancia en mi solitaria vida (cito a mis colegas "Foreveralone") solamente he colgado un poema que escribí en estado de desequilibrio total debido a la hora, al cansancio y a música de géneros desconocidos, un poco tirando a lo psicodélico. ¿Las razones? No quieren saberlo, pero me dedicaré a narrarlo con mis indirectas de siempre (jajá, ríanse). 
Comenzar a leer Los hombres que no amaban a las mujeres fue también abandonar la computadora por un buen tiempo. Desde que leí El Hermanastro, ha sido uno de los pocos libros que me ha tenido tan entretenida hasta el límite que me siente en el suelo por horas a leer, ignorando a mi entorno y a la humanidad, allá afuera. ¿Tendrá que ver con el origen de los escritores? Uno era noruego y el libro que ahora leo fue escrito por un sueco. Escandinavia al poder; probablemente sea porque es uno de los lugares más igualitarios del planeta.
Los días antes del inicio de mis clases en la universidad se pasan densos, pero rápidos cuando llega la noche y tengo que forzarme a dormir. Quisiera volver a nadar una hora diaria, pero el tiempo (como si tuviera algo importante que hacer además del francés matutino) me aprieta las actividades.
Estoy pensando en comprar una novela llamada La joven de las perlas la semana que se viene. Acabo de descubrir que comprar libros es una de mis terapias más eficientes, además de ir donde mi (ahora extrañada) psiquiatra y tomar alcohol jugos de fruta.
Mañana tengo clase de violín y tengo miedo que ese ejercicio de ligaduras de seis con detalles escabrosos en afinación me parta la madre sea muy complicado. "Todo está en la mente" dice mi profesor de violín, el Señor del Mal.
Siempre ha estado en lo cierto.


Con amor
Requiem. 

miércoles, 15 de febrero de 2012

Estupefaciente



Antipoético, poco erótico, bastante retórico

tu regreso como la niebla del mar
apocalíptico, epiléptico
tu palabra en el océano de las mentiras

Mal interpretado, manoseado, muy olvidado
tu recuerdo como un almíbar amargo
irracional, ilegal
tu cariño como veneno de una fábula

Crudo, frívolo, tan descolorido
como el beso mortífero
cadavérico, grotesco, bastante abstracto
los fluidos de tu amor muerto

lunes, 13 de febrero de 2012

Sobre San Valentín

Dicen que mucho sobre nosotras, las personas que sentimos antipatía y desagrado por San Valentín. El comentario número uno es que nuestro sentimiento negro se basa en que estamos solos y tenemos una ligera, quizás notoria envida hacia todos aquellos que la pasarán al lado de alguien que hará sus vidas felices por un tiempo más.
No, nadie va a negarlo. 
Internamente, es una verdad bastante difícil de digerir. Si la vida fuera perfecta, probablemente mañana no encontraríamos a nadie conectado en Internet y todos estaríamos en algún cine, hotel, restaurante, lugar-repleto-de-golosos con alguien a quien consideramos especial. Aquí en mi país, incluso las bancas de los parques ya están separadas. Para mañana, mi primer objetivo, además de pasar un ridículo examen de francés que probablemente me parta la madre, será ignorar la cantidad industrial de parejas que estarán por toda la ciudad. 
Y sí, si yo tuviera alguien con quién pasarlo, me uniría al club sin pensarlo dos veces y mañana me iría a cumplir mis labores amorosos, pero no malsanos. 
Efectivamente. Mañana, los que la pasaremos como se dice Internet-Coloquialmente, Foreveralone, tendremos que lidiar con la cantidad masiva de saludos que nos harán nuestros compañeros que estén acompañados o no. Es decir "Feliz día de la Amistad", lo cual no está mal, pues efectivamente mañana también reconoceremos a nuestros amigos, pero últimamente hay cierta dosis de sarcasmo en él. Te digo feliz día del amigo porque... porque San Valentín quizás te haga recordar que eres un Foreveralone ¡Foreveralone! 
No puedo creer que este término se haya vuelto en el resumen de la vida de una persona. En realidad me hace bastante gracia, pero no es algo del todo cierto. Incluso los que mañana no nos vamos a revolcar en un hotel de mala muerte como prueba de amor a alguien con quien romperemos la próxima semana divertir con nuestra no-existente pareja, tenemos familiares y amigos a nuestro alrededor. Solo que mañana, una gran parte de nosotros deseará estar solo.
Me incluyo. Cada semana quiero alejarme más de las personas. Pero es casual, se me irá la próxima semana cuando me de cuenta que el aislamiento a uno lo vuelve loco (Jaja ¿Más?).
Entonces mañana pasemos un martes 14 de febrero que no tiene nada de especial ni alucinante que los demás martes del año a excepción de los cumpleaños de algunas personas, como de mi querido amigo Julino.
Mañana escuchemos heavy metal y leamos un poco a Stieg Larsson.
Me la suda San Valentín.


domingo, 12 de febrero de 2012

El niño con el pijama de rayas

Hace veinte minutos cerré el libro con una sensación extraña. Desde hace un tiempo, mi placer por la lectura se había visto reducido por una pena extraña. Comencé a comprar libros desmesuradamente, a elegir autores y géneros, separar fechas y elegir qué leer primero, todo solamente porque leer ya no era lo mismo de antes. El niño con el pijama de rayas es una obra del irlandés John Boyne, publicada en el año 2006 y condecorada de una serie de maneras, incluso llevada a pantalla grande en una película dirigida por Mark Herman.
Leer este libro ha sido una pausa en este tiempo en donde solo he sentido desdén hacia algo que tanto amaba: leer. Comencé como si fuera una obra cualquiera, animada por los comentarios que me habían hecho sobre ella y deseando que me hiciera sentir mejor.
Ayer, en cuanto cogí la obra de Boyne, no pude soltarla  más. Es una obra de arte diferente a otros libros profundos que alguna vez he podido leer. Está oficialmente con el género de ficción histórica, por el hecho que involucra el tiempo del control nazi, el exterminio de los judíos y los campos de concentración, principalmente el de Auschwitz, en cuyas cercanías se desarrolla toda la historia,
Hijo de un comandante nazi y de una madre frágil, Bruno es un niño curioso y aventurero que ve interrumpida su vida de felicidad en Berlín cuando un día encuentra a la criada María preparando las maletas. Junto con otros criados y su hermana Gretel, una niña pedante y quizá algo cruel, se mudan  a una casa al lado del Campo de Concentración de Auschwitz. A sus nueve años, Bruno no tiene la menor idea de quiénes son los judíos o los nazis, de porqué Hitler es una persona tan importante ni lo que son los campos de concentración. Él solo sabe que su padre es un hombre de buen corazón y lo admira mucho y que Auschwitz es un lugar muy triste.En sus deseos por combatir contra el tedio, comienza a explorar en las afueras de la casa hasta que se encuentra con el alambrado que veía desde su ventana y encuentra a un niño llamado Shmuel, prisionero del campo de concentración y que usaba un pijama de rayas.
Es así como comienza la historia cómo dos niños que nacieron el mismo día en el mismo año, se vuelven amigos entrañables. Bruno, en su inocencia, nunca llega a entender por completo qué sucedía al otro lado del alambrado ni porqué Shmuel era un "enemigo" solamente por ser judío.
Esta novela tiene a Bruno representando en carne viva la pura inocencia de un niño que solo desea que todo esté bien y cree que todos son iguales. Se mira cómo gracias a su imaginación y bondad propia, crece con una idea diferente en una sociedad segmentada, excluyente y cruel. Recomiendo este libro totalmente, en especial a aquellas personas que hayan perdido un poco el brillo y estén buscando algo que todavía viva.
Nadie dijo que por ser distintos, tuviéramos que ser enemigos.

sábado, 11 de febrero de 2012

Transfusión

Nota: Estoy trabajando para hacer un cortometraje de este relato. 

Él tocaba el piano, pero sabía que ella estaba detrás, sentada en la cama, con la espalda contra la pared. Se alegró de verla de nuevo. Hacía unas horas, había partido con la excusa de tomar aire y él temió que no regresara o que fuera como la última vez, cuando tuvo que llamar a la policía y casi entra en pánico porque ella se evaporó en la ciudad. Terminó de tocar una pieza bastante tranquila y sin esperar aplausos ni elogios, se giró a hablarle. Le preguntó si se sentía mejor y un rostro serio y una voz grave le dijo que si. Sonrió amargamente, nada sorprendido por la sequedad de esas palabras. Ya estaba acostumbrado a la falta de emociones, pero esos episodios cortos, como explosiones de felicidad en donde ella se le acercaba a hablar y se reía escandalosamente.
 Cada mes que pasaba, esos episodios eran menos frecuentes y eso le rompía el alma. Caminaron juntos por la casa silenciosa hasta el comedor. Ella se sentó con los brazos cruzados, mirando siempre hacia el vacío y sin decir una palabra. Él, mientras sonreía con amargura, buscó las botellas de pastillas y medicamentos en la cómoda más cercana y fue a la cocina a buscarle un vaso de agua.
Intentó darle una de las pastillas blancas, pero ella quitó el rostro, con una mueca de desagrado. "Por favor, no te pongas así. Tienes que tomar tu medicina" dijo él suavemente. Se miraron por un rato y ella aceptó. Le quitó las pastillas de la mano y las tragó con agua, terminándose el vaso de un tiro.  
Él la llevó hasta su habitación y la dejó con uno de sus libros favoritos, después de arreglarle las cortinas para que entrara algo de luz. Le dio una última mirada a ella, a la habitación y al piano que había arrimado contra la pared. Poco después, se encontró hablando con el doctor de cabecera por teléfono. La voz del doctor era cálida y despreocupada y eso era absurdo. Había pasado casi veinte minutos explicándole a aquel dulce anciano que ella cada día estaba peor, ya no mostraba la mínima emoción, se levantaba por las madrugadas a gritos y tenía episodios en donde perdía el control y comenzaba a llorar y romper todo lo que la rodeaba. Ya no podía más con eso, lo mataba ver como las medicinas no funcionaban y su estado mental se iba volviendo un papel blanco. "¿No hay nada que pueda hacer, doctor?" Y el anciano le replicó que no, no que no había una solución.
Entonces él supo que tendría que abandonar la medicina. Sacó una caja escondida en la biblioteca y se quedó unos minutos pensando en lo que iba a hacer. Se lavó el rostro y las manos y se colocó unos guantes blancos. La buscó en su habitación y le dijo que todo iba a estar bien. Regresó con un extraño maletín y sacó algodones, catéteres, jeringas y frascos de líquidos. Ella lo miró con los ojos brillando, pero no de miedo, si no de incertidumbre. Él le dedicó una sonrisa y le dijo que todo iba a estar bien. Hizo el procedimiento, como si fuera a sacarle una muestra de sangre y luego hizo lo mismo con él, conectado los cables de sus venas. La transfusión iba pronto a funcionar.
Casi ocho horas después, ella despertó sin cables ni dolor y lo vio sentado, mirándola fijamente. Le sonrió y le dijo si se encontraba bien. Al no hallar respuesta, corrió a abrazarlo y a decirle que haría un té. Él se dio cuenta que desde que era pequeña, jamás había tenido una reacción igual. La vio vivir por primera vez después de tantos años.
Quiso alegrarse por ella, pero se dio cuenta que ya no podía sentir nada. 

Para Ustedes

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viernes, 10 de febrero de 2012

Alucinógena

Oh sí. 




Sobre Mis Nudos

Si de verdad no me quisiera y fuera mi más tierno e infinito deseo estar mal todo el tiempo y vivir agonías largas, créeme que no estuviera aquí. Probablemente me hubiera escapado de casa o me hubiera herido de alguna manera, como utilizar las hojas de afeitar de papá o los bisturíes que venden en las farmacias. Nunca se me ha ocurrido hacerme daño de esa manera, por el simple hecho que no lo necesito. 
Pero curiosamente crees todo lo contrario. Las personas suelen creer que la gente que va a psicólogo tiene que estar loca o en una situación completamente crítica y casi sin remedio. Pensamientos por el estilo hacen que el mundo esté como esté; esto suena a otra entrada en donde parece que reniego, pero no estoy enojada, mucho menos renegando por algo en especial.
De hecho, esta entrada y todo lo que estoy diciendo no tiene absolutamente nada de relevante, es solo una aclaración sobre que no siempre tengo control de mis acciones. 
No es para excusarme por algunas actitudes que tomo contra la personas, como el hecho de aislarme por cortos periodos de tiempo. No voy a decir que oh, por ciertos problemas debo de ser comprendida y tomada de lástima por las personas que me rodean. Me dan igual las reacciones ajenas, el único error que he cometido hasta ahora es que cuando me preguntan cómo me encuentro, les respondo con la verdad, guiada por esa mentira piadosa que a tus amigos de verdad les importa,
La próxima vez que te pregunten cómo estás, piensa en que quizás a tu amigo le moleste saber la verdad. Diles que estás bien, a lo mejor te ahorras un discurso aburrido sobre porqué eres una mala persona¿Se nota que estoy un poco alterada? No, es una suposición suya,  pero si escribiera en mayúsculas, probablemente tendríamos un problema. De verdad que no entiendo muchas cosas, pero lo que sí entiendo es que ha llegado el momento en donde (y estoy segura que Rein y Clío estarían de alguna manera de acuerdo conmigo) toda crítica y problema debe de llegarme al miembro masculino que me falta. No sé porqué decir "me llega a las pelotas" es mucho más rudo que decir "me llega a los ovarios". Quejarse, quejarse, Réquiem solo sabe quejarse. Nunca he obligado a nadie a que le importe mi existencia ni a que lea este blog con insistencia. Supongo que las personas vienen y me leen un rato porque así de simple, les gusta o les interesa y otras vendrán porque mis desgracias los hacen sentir mejor respecto a sus existencias.
Necesitaba hacer esta entrada totalmente trivial y poco importante para decir que sí, efectivamente, me llega a yasabenustedesdónde toda criticonería banal y situación absurda en la cual me haya podido involucrar en los últimos tiempos. Mi explicación más lógica, es que esto sucede como un ejercicio de controlar mi ira. Me siento mejor al pensar que las personas que me molestan, son peones del curso de la vida para hacerme mejorar. Suena mal ¿Verdad? Ese era el punto. 
Desahogo completado. 
The End. 

Olvidarnos

A veces pienso en ti cuando pensabas en mi. Eran los tiempos serenos cuando tu poesía me hacía temblar y por las noches, hasta los huesos, te imaginaba pensando en algún lugar lejano todos los versos que luego me dedicarías. Nunca tuve el tiempo para decirte que me haces feliz, por más que sea en una porción de minutos en mi día. ¿Qué pasaría si nunca regreso y nunca volvemos a hablar? Supongo que las cosas terminarían como las historias de Hollywood; mal, de manera aburrida.
Si tuviéramos un final, desearía que fuera el más dramático de todos. Sufrir por años con tal de verte cambiar un poco, ser más feliz, dejar atrás los vicios. Quizás observándote sanar, yo también pueda sentirme mejor.
Cuando pienso en ti pensando en mi, es como un sueño dentro de un sueño, un dolor dentro de otro dolor, algo que nadie, salvo tu y yo, podría entender jamás. 
No tenemos nada de tierno, no hay un romance admirable entre los dos, no seríamos una buena historia ni aunque nos narre el lunático más famoso del mundo. Admitámoslo, carecemos de magia, pero quizá cuando estamos juntos, algo florece en nuestra sombra. ¿Alguna vez lo has sentido? Hablamos, tan desde lejos y se siente como a la vuelta de la esquina, tan fresco como las almohadas que nunca compartiremos por la noche y como mirar la ciudad por la ventana nocturna, una ventana que nunca adornará nuestra habitación. 
Eres como una nostalgia infinita y sin embargo pensarte me hace sonreír, a escondidas quizá, pero la felicidad es felicidad, sin importar su manifestación. 
Cuando piensas en mi, puedo sentirlo. ¿Pero tú sentirás cuando yo pienso en ti? En realidad estoy presente todo el tiempo, quiera o no. Cuando me escribes, supongo que palpito en cada letra, estoy ahí, con mi nuca invisible, mi ebriedad silenciosa, mi sonrisa de niebla triste. 
Nunca creas que me escapo como agua entre tus manos. Mi deseo no es desaparecer, no quiero desvanecerme, quiero estar cuando lo necesites. 
Estoy ahí, procuro estarlo.
Si vas a olvidarme, siempre recuerda avisarme primero.
Porque eso es lo que yo haría. 

Estereotípame

La gente con piercings y tatuajes son una mala junta. Los ateos no tienen moral ni buen corazón. Los cristianos tienen la mente cerrada. Los homosexuales sufren de VIH. Las lesbianas son rudas y masculinas. Los hombres gays son afeminados y escandalosos. Los metaleros adoran a Satanás. Vestirse de negro es ser alguien con problemas. Los emos se cortan. Las góticas siempre lloran. Las personas que sufren depresión están tristes todo el tiempo. Los bipolares son gente intratable. Las personas con anorexia no tienen cura. Los hombres no lloran. Las mujeres no ven porno. Tus profesores lo saben todo. El Gobierno siempre de preocupa por ti.
Andrej Pejic, modelo masculino
La gente que fuma marihuana es peligrosa. Los ex-convictos nunca cambian. La gente que intentó suicidarse no tiene arreglo. Los españoles son racistas. Los asiáticos no saben expresar sus emociones. Los franceses no se bañan. Los alemanes son gente seria. Los peruanos son ladrones. Los mexicanos no se bañan. En África todos están desnutridos. En Escocia los hombres usan falda. En Perú la gente se transporta en llamas. En México se comen tacos todos los días. Estados Unidos no tiene historia. En la India todos son pobres. Los raperos son musicalmente ignorantes. Los músicos de tipo académico son serios y no bailan. Los metaleros no escuchan Mozart. Los violinistas son presumidos. Las mujeres que tocan trompeta son masculinas. Los hombres que tocan flauta traversa con afeminados. Los matemáticos no tienen corazón. Los poetas son borrachos. Los escritores son sobre-dramáticos. Los abogados son ladrones. Los economistas no tienen alma. Los políticos son inmorales. Los obreros son ignorantes. Las mujeres que no son vírgenes son perras. Las mujeres vírgenes son inocentes. Los buenos estudiantes son inteligentes. Los malos estudiantes son estúpidos. Los que tienen lentes leen mucho. Los que beben alcohol son alcohólicos. La gente tímida es antisocial. La gente bromista y simpática siempre está feliz. Los que creen en Dios odian a los gays. Los mormones son racistas. Los judíos son grandes negociantes. Los ricos son insensibles. Los niños son inocentes. Los motociclistas son rudos. Los hombres de pelo largo son sucios. Las barbas son para viejos. La gente son VIH es promiscua. Las adolescentes embarazadas son irresponsables y no se respetan. La gente depresiva quiere llamar la atención. Ir al psicólogo es de locos. Las madrastras son malas. Los huérfanos siempre están tristes. Los niños adoptados tienen problemas de desarrollo. La gente que mira porno es psicópata. Leer es para nerds. Cuidar la figura es de narcisistas. No cuidar la figura es de gente sin autoestima. Los pelados son serios. Las mujeres son crueles. Los hombres son una basura. La ansiedad no es un problema serio. La medicación es para drogadictos. Estudiar latín es para aburridos. En Ucrania todos sufren depresión. En los pueblos desconocidos de Europa solo habitan psicópatas. Los franceses son blancos. Los italianos siempre están felices. Los sacerdotes son aburridos. Las monjas no piensan en sexo. Ser no-virgen es inmoral. Ser virgen te hace mejor. Las mujeres no saben conducir. Los hombres no saben cocinar. Los optimistas son ingenuos.
Los realistas son pesimistas.


Anotación #5

Me carcome un cansancio bastante particular. Desde que comenzó el mes no puedo leer ni tocar en paz porque me duermo en todos lados, en el autobús, contra la puerta del auto de papá, en mi cama, en el sofá, en el suelo cuando me siento a pensar.
Alice Glass - Crystal Castles
El miércoles por fin pude comprar "Los hombres que no amaban a las mujeres" y cuando termine mi libro sobre el terrorismo iré a desgarrar el plástico que lo envuelve con las ansias de siempre. 
Extraño mucho a Clío, aunque anoche hablamos y nos reímos por teléfono por casi dos horas y también extraño a mi buen amigo Rein. Desactivar mi Facebook es lo mejor que he hecho en este año por mi, además de comprarme libros clandestinamente e ir a nadar una hora diaria. 
Lamento venir a escribir mis cansancios y mis trivialidades, pero este lugar es simplemente terapéutico. Lo necesito para poder continuar bien -o por lo que se entienda por bien-. 
Iría al cine pero no tengo con quién. Poco a poco me va consumiendo una sensación de aislamiento enorme y sí, es a consciencia, lo siento mucho. 
Hoy día hubo una charla en mi ahora nueva universidad PUCP y fue extraño y al mismo tiempo bonito ver cómo tenía en común ese "miedo y timidez" que tienen las personas cuando están en un grupo grande en donde no conocen a casi nadie. 
A la salida vi a una chica menuda vestida completamente de negro y que tenía la piel más blanca que alguna vez he visto. Era tan linda y hermosa que quise tomarle una foto, pero no tenía cámaras, así que me valgo de mi memoria. 
Estoy a punto de caerme de sueño. Quisiera ponerme a escribir de nuevo, tengo decenas de ideas palpitando pero la vista y las manos me traicionan. 



Con infinito amor, 
Requiem. 

jueves, 9 de febrero de 2012

Arácnidos Indeseables



Hace unos días encontré a esta perra criatura arácnida indeseable en mi techo. He estado buscando en Wikipedia y en foros sobre arañas pero no he encontrado información sobre cuál es ni cómo se llama. 
Pido por favor que si alguien puede reconocer qué tipo de araña es, me lo diga inmediatamente. Creo que hay otras hijas de puta que habitan por ahí y quiero saber si es muy peligrosa. 
Aunque sinceramente se ve mortal.
Pero no quiero adelantarme.
Espero que alguien me pueda ayudar. Cualquier información útil puede ser mandada por un comentario ^^
¡Gracias! 



Requiem. 

miércoles, 8 de febrero de 2012





"Nunca me ames, porque soy parte de una realidad que no te gustará


Requiem. 

martes, 7 de febrero de 2012

El Ángel De La Muerte

Hoy día conocí al ángel de la muerte en el autobús regreso a casa. Caminé por media hora buscando una librería que siempre estaba en la esquina, antes de llegar a un gran parque. Llegué hasta otras calles y no recuerdo haberla visto, como si se hubiera levantado y desaparecido en el tiempo. Llamé a mamá para decirle que iba de regreso, que no se preocupara si demoraba en llegar y tomé el autobús más cercano. Cuando nos alejábamos del parque, observé que la librería seguía ahí, en la esquina de siempre. Me acomodé en el asiento al lado de la ventana y cerré los ojos, mirando cómo la lluvia se secaba en los suelos de la ciudad.

No pasaron ni diez minutos cuando un grupo de personas de subieron y apareció una chica quizá de mi edad o menos; usaba unos pantalones oscuros, zapatillas y una blusa azul sin estampados ni adornos. Tenía el rostro acanelado, medio pálido por el cielo nublado y una expresión sin dureza, bastante tranquila. Se sentó a mi lado y cuando poco después sentí un mareo y me tambaleé en mi asiento, me preguntó si me encontraba bien.
Le dije que sí, que solo me había mareado. Me sonrió y comenzamos a hablar. 
No vayas a dormirte, te pueden robar. Oh, gracias, no te preocupes, voy a estar bien. ¿Segura?. Solo estoy mareada, es todo. 
Saqué mi libro del francés para distraerme y comencé a ojearlo en silencio. A ella le llamó la atención.
¿Estudias francés?. Sí, desde hace un año, casi. Tengo una amiga por ahí ¿Conoces a una tal Carmen? No, no me suena el nombre, lo siento. Está bien, no importa, el francés es un idioma muy bonito ¿Es difícil? No, nada que ver, solo hace falta práctica, digo, algunas cosas son un poco complicadas pero si haces ejercicios y lees puedes hacerlo. ¿Te gusta leer? Me encanta. A mi también, novelas. Somos dos, me gustan de todo tipo, justo fui a buscar unas por el parque pero no las encontré. Puedes regresar mañana. Si, eso haré. ¿Eran de alguien en especial? Una saga. No era Crepúsculo ¿O si? No, nunca, era de otra cosa, algo de drama. ¿Te gusta el drama? Creo que combina con cómo me siento. 
Hubo un silencio incómodo y creí que había ahuyentado la conversación con mi usual metida de pata sobre mis problemas. La chica se quedó pensando y cuando la miré sus ojos brillaban, algo como la felicidad y la tristeza. Me volvió a hablar. 
¿Te sientes... dramática? Triste, creo. Problemas en casa. No, simplemente me siento vacía es todo. Deberías de hablar con alguien, con tus amigos, por ejemplo. Últimamente todos están igual o peor de locos que yo, todos temperamentales y no me ayudan en absoluto, me hacen sentir peor. La gente te ha traicionado ¿No?
No supe que responder, me encogí los hombros. Ella volvió a hablar.
No debes de alejarlos, porque puede que no regresen. Mejor. Con alguno de ellos sí, pero no es bueno quedarse solo por completo. Siento que debería de alejarme de todos. ¿Solamente porque todos se han puesto en tu contra en las últimas semanas?. ¿Qué has dicho? 
Ella negó con la cabeza y me sonrió, como si no hubiera importado más. Comencé a sentir escalofríos y ganas de preguntar muchas cosas más.
Necesitas estar sola por un tiempo, distraerte; pero si no consigues mejorar, vas a irte muy pronto. 

Ella se puso de pie y bajó en el paradero más cercano. Me dejó temblando y llena de adrenalina. No supe cómo reaccionar, qué hacer, qué decir, si bajar y hablarle, si simplemente irme a casa. Decidí quedarme y todo el transcurso que seguía, la pasé dormida al lado de la ventana, hasta que desperté por el ruido a unas cuatro cuadras de casa.  
Hoy día conocí al Ángel de la muerte. 
Vino a decirme que todavía no es la hora. 

Paz

Anoche comenzó a llover después de un atardecer que tiñó la ciudad de un naranja con rasgos amarillentos. Por la tarde, mientras intentaba dormir para poder ahuyentar la sensación de vacío que me invadía, me puse a pensar en lo tétrico que es el color naranja del atardecer, tan relacionado al romance y a la felicidad.
Aquí en mi país estamos en verano, no debería de estar lloviendo de esta manera. Las calles se ven negras y carcomidas por la humedad, más que de costumbre y ya no hay un sol que venga a encubrir la mentira de nuestra ciudad de cielo naturalmente rata y poca iluminación. 
Tuve una pesadilla de nuevo.
Pero en términos generales, la constante lluvia y el frío inusual me ha traído una sensación rara de paz. Probablemente a las personas no les guste, extrañan el sol y la playa, pero yo nunca he tenido ninguno de los dos así que me da igual. 
Después de clases de francés iré a comprar libros y a caminar un poco. Quizás despejar ideas o solamente hacerme sentir mejor; distraerme. 
Anoche casi evito una reunión familiar por mis deseos de estar sola pero me animé a último momento y pasé una cena muy bonita con mis padres, mi media hermana y su familia. 
Tengo que estar bien  e intentar mejorar en lo posible antes que me den medicación.

lunes, 6 de febrero de 2012

Anotación #4

Las caídas en picada son lo mío, parecen ser un hobbie malsano.
La clínica me tiene en espera desde diciembre respecto a los resultados del análisis.
Quisiera dormir por unas semanas. 
Lamento ponerme así en el cumpleaños de mi papá, lo lamento mucho.
Perdónenme. 

Vómito Del Ermitaño

"Me he enfermado de todos ustedes. En realidad no quiero escuchar ni una palabra más, porque ninguna es útil y mucho menos humana. Quiero que absolutamente todos ustedes me dejen en paz y no creo que sea difícil, no ahora. 
Solo aparecen cada vez que deseo estar solo, les encanta torturarme con sus cuidados extremos, sus críticas constructivas y sus nanas mortíferas, sus voces de buenos amigos, sus caricias de dulce mentira.
No quiero ver a nadie, necesito estar a solas por mucho tiempo, quizás por un par de años, algo más para olvidarme. Me preguntan qué deseo ¿Saben qué deseo? Verlos dentro de un tiempo y no recordar cómo se llaman, no reconocer sus caras de historias pasadas, no saber a quién le pertenece tal voz, tal gesto, tal mirada falsa. 
Quiero desaparecerlos de mi vida, los odio, siempre los he odiado y si alguna vez los escuché y les dije que gracias, que me siento mejor fue para que se marcharan y no me dijeran más, para satisfacerlos. Porque si yo me siento mejor, ustedes se sienten mejor, cumplieron sus roles en esta vida, se van al cielo y todo continuará como si nunca nada se hubiera podrido, una historia sin putrefacción, sin llanto, sin pus y sin sangre. 
El sueño de todos ustedes; pero mi estado descompuesto, casi cadavérico sigue avanzando, se come mis tejidos, me muerde el espíritu, me consume hasta el hueso hecho polvo pero todo sigue igual para ustedes, porque de todos modos, se van a ir al cielo, ya conocen la historia, por sus buenas obras, por sus consejos y por ser tan buenos seres humanos.
Me he enfermado de sus existencias, no quiero verlos más, quiero que me dejen morir solo, de la misma manera en como he crecido todo este tiempo. Que se molesten conmigo por ser malagradecido, si así lo consideran, que hagan lo que siempre han querido hacer: aburrirse de mi existencia, de mis problemas, de mis dolencias.
Todos esos momentos en donde quisieron dejarme porque se cansaron de mi, ahora es cuando deben de aflorar como una flor muerta, negra, putrefacta. Dejemos que me coma la descomposición, que me bese la muerte y nunca vernos más, eso es lo que deseamos, tanto yo como ustedes: desaparecer. 
No me busquen, no intenten encontrarme. Ha pasado tanto tiempo, tantas redes de colores que me han tejido, pero en algún momento los insectos se caen, se liberan y las arañas ya no significan más la muerte. 
Gracias por todo y por nada. Me encuentro actualmente como siempre me han visto: 
Muerto" 

sábado, 4 de febrero de 2012

Como El Viento

Tú, que un día fuiste vida mía 
y ahora eres lepra de mi espíritu 

Tú, que juraste no regresar a mi sombra, 
y ahora reapareces como una enfermedad 

Tú, que reías feliz de la historia, 
y ahora eres el párrafo que se perdió 

Tú, que fuiste mi luz y melodía
y ahora eres la marcha más fúnebre 

Tú, que guardaste mi promesa como un secreto,
y ahora derrochas lo mucho que te quise 

Tú, que lo fuiste todo, 
y ahora nos condenas para siempre a la nada 

Horacio

Te dejé solo, a tu suerte abandonada
Horacio
solo porque estaba muriendo
y solo puedo darte la nada

Te dejé a un lado, en tu cama esmeralda
solo porque caí enferma
y todos me dieron la espalda

Te dejé tan triste en el silencio infinito
solo porque desperté de la pesadilla
y rompieron mi mundo en un grito

Te dejé marchitándote en una memoria
solo porque me retiré a la muerte
y todos interrumpieron mi historia

Te dejé solo, sin luz y sin melodía
solo porque mi alma se dormía
y la vida, me quitó la vida

Ellos

Si tuviese otra oportunidad
de arrancar raíces y cosas muertas 
probablemente ellos se irían 
se irían para nunca regresar 

Olvidados, como ahora están 
me queman el alma herida 
congelan mi propio infierno 
hacen lo que siempre han hecho 

Ni humanos ni espectros, ellos 
son la sombra de mi tortura 
son la causa de mi muerte 
el ahogamiento en mi amargura 

Si pudiese destruir algo
quizás los mataría, a todos ellos 
que me trajeron el veneno con los años 
que me aman, causándome tanto daño 

Mía



Es tan rara mi soledad
como la sombra que me consume
como los hilos débiles
 que me unen con la vida silenciosa

Es mi soledad como las páginas en blanco
que leo todas las noches de abandono
del libro en donde descansa mi historia
con sus sinsabores, sus interrupciones

Es tan cruda mi soledad,
que llora sin lágrimas ni sangre
porque no tiene a nadie por quien sufrir
solamente su soledad
porque hasta mi soledad, siente el frío olvido

viernes, 3 de febrero de 2012

Anotación #3

La vida es jodidamente dura.
Y a veces aparentamos ser más duros que ella, creyendo que vamos a ganar.
Entonces es cuando nos chocamos contra algo de nuestro pasado,
y descubrimos que seguimos siendo los idiotas de siempre,
solo que con ganas de ser mejores.
Pero las ganas, no son suficientes.



Req. 

Reinhardt

Hablando de mis problemas con Reinhardt, le oí decir una de las cosas más ciertas y útiles en lo que llevo del año:





"Mira, que yo igual tengo mi lado pedante, egocentrista, mamón, grosero e idiota. Pero creo que mientras no le haga daño a la gente, puedo seguir siendo felizmente yo" 



3.02

Anoche sentí la vida y la muerte
como en los besos largos de nuestra canción pasada
cuando bailábamos por la noche sin movernos
y dormía en tu mirada solitaria, hechizada

Sentía la felicidad y la tristeza,
escondida en un corazón que nadie ha oído palpitar
quizá tú, como un eco de nuestra historia
y lo sentí tan real, como lo que fuimos

Me mordió el frío y el calor
como los sueños que soñaba a tu lado
sin ser pesadillas, sin ser fantasías
y había algo en esa sensación, que era de ti

Anoche lloré entre las risas
la rutina de tu amor pasado
cuando nos amábamos sin amor alguno
y descansaba en la mejor de las mentiras

jueves, 2 de febrero de 2012

Cefaleas, La vida y La Muerte

Anoche sentí el dolor de cabeza más terrible del año o más bien, de lo poco que lleva el año. Ya ha pasado todo un mes, estamos en inicios de un bonito febrero de insoportable sol y sorpresas dentro de la caja y la rapidez del tiempo comienza a asustarme y al mismo tiempo darme una tranquilidad extraña. Todo comenzó antes de salir a mi clase de violín, que por cierto me fue excelente y por la noche, el dolor se había vuelto insoportable. Antes de las diez de la noche, apagué mi computadora, dejé a Horacio encima del sofá al lado del arco y me tumbé en mi cama a esperar que se me retirara. Tomé una pastilla, pero no hizo el efecto deseado. 
Tirada entre las sábanas mirando hacia el techo color salmón con esa horrible luz blanca de hospital que tienen casi todas las habitaciones de casa, intenté recordar si me había golpeado la cabeza durante el día. Una antigua profesora de matemática me contó que cuando te golpeas la cabeza, lo peor que puedes hacer es irte a dormir, pues existe una posibilidad que despiertes muerto. No pude recoger ninguna imagen de mi normal martes, pero de todos modos sentí miedo de dormir. 
Catevario, uno de los blogueros que conozco, me diría que sigo paranoica. Han habido varias oportunidades en donde he creído que me iba a morir, como la vez en donde pasé por una infección por carne de puerco y pensé que la bacteria me comería entera. 
Pero mi punto es en cómo siempre estamos reaccionando las personas respecto a la muerte. No solemos pensar en ella a menudo porque, para los que todavía nos gusta la vida, es un tema demasiado oscuro y triste, es como pensar en qué hay al fondo de un abismo en donde todo es negro y un sonido gutural del vacío. Dormir y no despertar, la muerte en general, es una idea demasiado terrible incluso para los que creemos en Dios y según la creencia popular y equivocada deberíamos de estar felices por morir porque nos vamos a encontrar con nuestro Padre y probablemente morimos con una sonrisa en el rostro. Error de estereotipo número mil, gracias mundo .
Mis padres y yo ya hemos elegido la tumba en donde vamos a ser enterrados (no es broma) y mi padre siempre suele hacerme ejercicios ocasionales sobre ¿Qué pasaría si mañana nos morimos todos y te quedas sola? En realidad, considero que no deberíamos de tener a la señora muerte tan lejos todo el tiempo, como un tabú, porque eso nos hace vivir algo poco real. Debemos de ser conscientes que en cualquier momento algo podría ocurrirnos, una bomba, una guerra, una enfermedad y lo mismo con nuestros amigos y familiares. No podemos pelearnos con todo el mundo y pensar que nos disculparemos la próxima semana, pues puede que esa semana nunca llegue. Repito, es muy importante que seamos conscientes que la vida y el tiempo son cosas impredecibles, "interrumpibles". 
No dejen a ninguna de ellas pasar en vano o escaparse de sus manos. Anoche, en mi cama, me puse a pensar en qué clásico es que todos pensemos en pedir perdón y ser buenos cuando recibimos una amenaza de no poder tener otra oportunidad. 
No deberíamos de esperar a esas situaciones para dejar de ser unos bastardos. 


La Técnica de Ludovico

Alex y sus amigos en el Bar Korova
Originalmente titulada A Clockwork Orange, La Naranja Mecánica es una novela Anthony Burgess, escritor y compositor británico, publicada en el año 1962 y llevada a la pantalla grande años después, en 1971 por el director americano Stanley Kubrick. Reconocida por su vasto vocabulario (más bien basado en una jerga increíble de orígenes eslavos llamada nadsat), su trama de mensajes sociales y entretenida historia, la Naranja Mecánica es toda una obra de arte y una de mis favoritas.
Cuenta sobre la historia de Alex DeLarge, un muchacho carismático y perturbado que goza de la llamada ultra-violencia (basada en el asesinato y la violación) junto con sus amigos, quienes rondan por la ciudad nocturna haciendo de las suyas. En un momento determinado de la historia, ocurre una traición que lleva a Alex a la cárcel y después de un tiempo, es promovido por voluntad propia a un centro en donde lo someten a la famosa Técnica de Ludovico.
Entre la novela y el film, realmente la técnica en sí no cambia mucho. Alex es inyectado con una droga y luego amarrado a una silla, obligado a ver imágenes de alto contenido violento para que después sea incapaz de cometer atrocidades que en algún momento disfrutó. La lógica de la Técnica de Ludovico se basa en realidad en un proceso psicológico iniciado por Pavlov llamado condicionamiento clásico.
Aunque los resultados de esta técnica varían en la película y en la novela (pues en el libro Alex decide alejarse de su pasado violento sin necesidad de terapias y por pura voluntad y maduración), da que pensar sobre el resultado de tener este acceso constante a la violencia.
Sin haber sido amarrados a sillas ni consumir drogas, las personas observamos estas escenas de violencia, quizás poco gráfica pero real, todos los días gracias a los medios de comunicación. ¿Este acceso diario nos ha hecho, como al joven Alex DeLarge, intolerantes a la muerte y a la tragedia o solo nos ha dejado algún tipo de indiferencia? Siguiendo la idea del genio Antohny Burgess y del difunto Pavlov, hasta este punto, un buen porcentaje de nosotros ya debería de ser intolerante a elementos como la sangre o la muerte, pero parece que el efecto ha sido todo lo contrario.
Alex sometiéndose a la Técnica de Ludovico
Entonces, el acceso a violencia nos ha hecho tolerantes hasta niveles increíbles e incluso a convertido a muchas personas en buscadoras de esta clase de material para satisfacer alguna curiosidad interna o simplemente el llamado a observar cosas como el cine gore o el nuevo género grotesco (créditos a un amigo mío por la idea). Evidentemente, estas son solamente generalizaciones, pues no todos nos hemos vuelto insensibles o simplemente indiferentes a las monstruosidades actuales de nuestro mundo.
¿Cuál sería entonces, la respuesta desde el aspecto psicológico o médico para sanar esa sensación impasible hacia algo que debería de horrorizar a cualquiera? Probablemente sea retirar todo lo que expresa violencia de la vida de la persona por un tiempo, hasta que su organismo se olvide de la sensación. Hipotéticamente hablando, cuando el sujeto tenga acceso de nuevo a este tipo de material, tendrá un choque nuevo que producirá el esperado asco o desagrado. Todo sigue siendo una teoría, una divagación.
¿Cual es la solución a la dureza que tiene un buen porcentaje el mundo a la desgracia?
Hoy me puse a pensar en eso y todavía no obtengo respuesta.