Y ciérrame la boca de una mordida letal,
con ese veneno grandioso que sale
de los torrentes de tu mirada como río furioso
cuando estaba oscuro
y no parecías dormido
Y cógeme las manos con fuerza,
impide que me vaya volando, corta mis alas
con el filo caliente de tus dientes de cristal
porque yo te recuerdo así, delicado
cuando había luz por las ventanas
y descansábamos a escondidas
Y sóplame en el oído,
con tu aliento reprimido de ansias, con hambre
has que me carcajee casi en un paroxismo
porque yo te recuerdo así, pintoresco
cuando sonreíamos en infelicidad o desgracia
y todo se arreglaba con agua bendita de nuestras bocas
Y clávame la mirada,
que tiene la fuerza de una ola que asesinó castillos de pena
has que me embriague de esos ojos negros tan turbios
porque yo te recuerdo así, amado hasta la pasión ciega
cuando con tímida violencia hacíamos únicas las noches
y todo existía,
en esa sensualidad de tus labios buscándome con sed
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