Van a ser la una y media de la madrugada, aquí en Lima, Perú, cuando todos estamos en pleno invierno, llenos de gripe y cansados de resbalarnos en las veredas empapadas por las mañanas. Pero eso no pasó hoy día, fui con zapatillas a la clase de francés, a dar un examen en el cual me pidieron poner manecillas a los relojes y no tengo la menor idea si lo di bien o no porque en español o en chino, soy un problema para dar la hora. Sí, pueden juzgarme sin piedad, debí de aprender hace mucho a no tener problemas con los relojes con manecillas.
Fui a la iglesia después de mucho tiempo de ausencia, la lección de hoy estuvo muy buena y la verdad es que me siento mejor, Kim tenía razón cuando decía que pasan cosas malas por alejarse.
Es una hora extraña y quizás inadecuada para ponerme escribir, pero he comido tanto popcorn en casa de mi amiga mientras observábamos 'La Ciudad y los Perros' para hacer una comparación entre película y libro, que siento que me falta el sueño. A penas me joden los párpados.
Tengo mis días libres, tediosamente libres hasta el jueves. Tengo que buscarme algo que hacer además de completar tareas y tocar en la madrugada, molestando consciente a mis vecinos con mi propia interpretación del coro de Judas Macabeus para violín. Déjenme ser, I was born this way.
No les he comentado ni he publicado ninguna nota asquerosamente sentimental sobre el hecho que ha sido mi última asamblea y la nostalgia me atacó minutos después que todo terminara, pero no fue suficiente para hacerme llorar en serio, me sentí mal por eso, yo esperaba ponerme muy emocional. Pero de todos modos no hay nada (a parte de ese detalle) de lo que pueda quejarme, nuestra última asamblea por motivo del día del colegio fue espléndida hasta decir basta.
Lo digo porque la asamblea fue hecha crudamente a nuestro modo y sometida a nuestras propias leyes, es decir, nos hemos metido en un buen problema por ciertas cosas, pero todo eso lo vale, porque ya era hora de voltear el tablero. ¿Me dejo comprender en ese pequeñísimo detalle? Vamos, qué aburrido es pasar once años de tu vida sin hacer una maldad extrema que marque como fuego en piel de caballos la historia de tu colegio.
Qué infelices aquellos que nunca cometieron travesuras, porque de ellos saldrán las anécdotas aburridas en las reuniones.
¿Un brindis por nosotros, los traviesos y malvados? Lo admito, necesito un poco de alcohol después de tantas emociones mezcladas. Es tarde, me siento áridamente sarcástica en todo, pero muy feliz, de acá me voy a dormir un sueño profundo de osa mayor, como la constelación.
Buenas noches (¿Noches? ¿Madrugadas?) a todos ustedes los que me leen porque les gusta y los que me leen porque les encanta llenarse de malos pensamientos contra esta pobre alma que, si algún día llega a dominar el mundo, va a patearles el trasero a todos sus criticadores.
:) ?
Abrazos,
Req.
1 comentario:
Vaya! Aquí en España es verano y hace un día de horrible sol socarrón, yo también he sido siempre un desastre con los relojes, procuro tenerlos lo más lejos posible los relojes ya sean de manecillas o digitales.
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