Las ceremonias pasaron, las luces se apagaron y los cigarros comenzaron a correr de boca en boca, igual que esa combinación tóxica y perfecta de humo, colonia y cerveza helada en vasos descartables que inundaron la mesa.
Llegó la madrugada con sus tentaciones privadas.
Y esa noche todo ocurrió.
Evitar las cosas no funcionó, las sensaciones reprimidas se desataron cual caja de Pandora y de alguna manera... no me arrepiento de absolutamente nada.
La lascivia
nació de aquella oscuridad
entre nebulosas
fragancias y bullicio
nació de aquella oscuridad
entre nebulosas
fragancias y bullicio
entre dulce libertinaje
quemaban la piel
habían tactos
carentes de inocencia
se perdió toda moral
y creencia
Unas uñas
en la epidermis
un hálito
sobre el cuello
tela que quería ser desagarrada
en la epidermis
un hálito
sobre el cuello
tela que quería ser desagarrada
movimientos salvajes
y naturaleza humana
Intentos por evitar
que el pecado consumiese
a algo carente
de flamas e infiernos
todo perdido
nada funcionó
Esa noche la lascivia
y la perversidad
triunfó
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