Una cosa clásica de las escuelas, tanto privadas como nacionales, son los chismes y esas conversaciones carentes de utilidad que nosotros los estudiantes tenemos. Digo que son inútiles por experiencia... el 98% de las cosas que hablo dentro de éstas cuatro frías paredes de piedra, no me va a servir de mucho en la vida, salvo cuando tenga nietos y quiera convencerlos que si pierden el tiempo, se joden.
Pero después, cuando no estoy en alguna tertulia llena de humor o de seriedad, tengo que escuchar las agradables cosas que mis compañeros de clase dicen.
No solo los últimos chismes de las primas, la chica esa de último curso, que mi novio me dejó, que yo lo dejé a mi novio...
También están incluídas esas melosas charlas sobre lo bonito que es tener una relación sentimental y blablabla.
El Príncipe Lunar estaba equivocado.
De todos modos... no disfruto estar aqui.
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