Anoche soñé que golpeaba a un hombre desconocido con un bate hasta casi matarlo, gritando como no grito desde hace mucho tiempo.
El hombre solo se protegía el rostro y mientras le rompía los huesos, repetía sin cesar "No me gustan los cambios de ruta. No me gustan los cambios".
Lo abandoné a su suerte, sangrando en el suelo de una calle rodeada de casas inmaculadamente blancas y de árboles altos y verdes, como en los barrios residenciales.
Una voz lejana dijo "Catorce mas cero es igual a catorce".
Y al final del sueño, crucé una puerta negra que me llevó a una clase de bosque lleno de nieve y hielo derramándose por las ramas. La nieve emanaba una luz fría y nunca observé ningún cielo.
Me apoyé en uno de los troncos cubiertos de nieve y cuando observé mi brazo, estaba lleno de astillas.
Y desperté.
1 comentario:
Hmm... seguro que un libro de interpretación de sueños [Träumdeutung, en alemán] vendría a ser bastante útil ahora, Réquiem.
Que recuerde, no he tenido sueños así de intensos nunca :O
Ánimos y no te dejes vencer por sueños bizarros xD
Quizá tu mente sólo anda de troll contigo :P
Publicar un comentario