lunes, 4 de junio de 2012

Adoquines



Quiéreme, quiéreme como jamás me querrás
en lo que duran los minutos fríos de la madrugada
que comparten los amantes que abandonaron la tristeza 
como las prendas que atropellan al amor 
y se pierden entre risas, entre flores, entre la vida

Recuérdame, recuérdame cuando me vaya antes de tiempo 
y déjame flores de tinta antes de dormir 
desde la mesa solitaria en donde nunca nos sentamos 
déjame los pétalos marchitos de una promesa 
y recuérdame, recuérdame siempre

Acompáñame, acompáñame así como pasan los sueños 
con la flor de tu risa abrazando mi amargura
en los rieles huérfanos de una frase perdida
pero quédate, quédate un momento más 
y lléname de tu silencio 





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