Y el ser le puso encima sus manos blancas. Le recorrió los labios y las mejillas encendidas. Rodeó sus brazos temblorosos y fue por fin suya. Suya por una noche más.
¿Y qué todo lo que pasó hoy?
¿Y qué si mi cuello fue mordido por ti?
Si mi almohada huele a tu cabello
Y tienes mis arañazos en la espalda
¿Qué nos queda, si no es recordar?
Mi mano con tu mano
Palma con palma
Me sonríes, te respondo
Pero el día no ha terminado
Si nos quedamos en silencio absoluto
Y no sabemos en qué piensa el otro
¿Volveríamos a la misma habitación esta noche?
Si nos quedamos un día más
¿Jugarías conmigo como hace tanto tiempo?
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