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Rafen sirvió el café y se sentaron mientras daban un capítulo de la tercera temporada del Dr. House. La casa olía a las galletas recién horneadas que se habían matado haciendo desde hacía unas horas.

Afuera llovía y era el clima perfecto para empacharse de galletas y café.

Durante los comerciales, comenzaron a hablar y entonces Rafen suspiró profundamente.

- A veces de verdad es degradante estar ahí.

- ¿Donde?

- En la clase de educación física. Ya te imaginas lo que es estar ahí.

- Oh vamos. No te desanimes por eso.

- De verdad detesto ver que los demás las pongan en un pedestal solo por su perfección que es solo material.

- Es el mundo real, Rafen. La gente de ahora tiene fetiches con las cabezas vacías y las cinturas estrechas.

- Eso comprueba como hemos decaído como humanos. ¿Crees que los cavernícolas también iban detrás de las mujeres cavernícolas más atractivas?

- Probablemente. Se que lo que más te frustra es pensar que el se fija en ella ¿O lo vas a negar?

- No soporto la idea que prefiera un putivestido a una ropa de gente normal.

- Despreocupate. Sabes que el no es así.

- Si. Además... sluts are sluts. Siempre pensaremos que tienen todo cuando no tienen nada.

- Precisamente. Deja a todos que las persigan o lo que sea, tu siempre sabrás la verdad.

- Gracias Zefin. Mejoras mis ánimos.

Y entonces House trató de embriagar a Wilson para que llegara a casa ebrio e hiciera muy infeliz a Amber.
Muajaja [ risa diabólica ]

De verdad hablar de estas cosas, era reconfortante.

Zefin siempre supo que la realidad se viera menos trágica con unas palabras mágicas.

Siempre.