Me vuelvo de repente una criminal.
No, solo bromeo. Ustedes saben que jamás seré la criminal. Lo único que acabo de hacer es un acto que podría cambiar todo mi destino. Y adivinen de quien es la culpa... además de mía, del colegio. Pero he escrito demasiadas cosas quejándome de mi segundo hogar como para hacerlo ahora que no hay nadie en casa, dan el Dr. House en la tele y tengo la oportunidad de estar aquí.
Resumen de esta semana:
Ha sido de un desequilibrio total.
Ahora me dedico a qué, a mantenerme en control por culpa de las críticas de los demás, contarle mis penas a un amigo que nunca pensé volver a buscar y pintar las paredes de los baños con frases sobre niñas muertas en el tercer piso.
Lo se, tengo problemas. Pero eso no es una novedad.
Mi cuaderno (el Black Book, donde escribo todo cuando estoy en el colegio) está repleto de mini-relatos, traumas totales y cosas por el estilo.
No puedo relatar todo ahora, porque sería una entrada muy larga...
Pero estoy feliz de estar de regreso ♥
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