en su piel sonrojada que ha cuarteado los años
y ocultan en una risa, la piel de alguien más
Hoy día vi a los niños crecer tan rápido...
y llegué a sentirme miserable, al verlos correr
porque bajo las luces de amarga ciudad liberal
viven los sueños que nunca tuve
Hoy día vi a los niños crecer,
en sus carcajadas entre ojeras y amaneceres
me llamaron desde el lado blanco del jardín
y me dijeron, Ven, todavía estás con vida
1 comentario:
Me llegó, Bárbara. Este poema tuyo tiene un aire nostálgico muy dulce <3
Y el final, es intenso.
Saludos bohemios, querida Réquiem.
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