domingo, 21 de noviembre de 2010

Mi papá & Yo / Final

Me siento como un cadáver. Anoche, tuve la visión desastrosa, penosa, enormemente triste de lo que probablemente sea mi futuro. Bárbara Ramos, la joven que escribió, que tocaba el violín en la ventana, que ganó concursos a nivel nacional donde se escribía, la poeta sin esperanza por la humanidad... transformada en otra persona que se dio por vencida.
Mis sueños se quebraron anoche durante el frío almuerzo familiar. Las cosas no funcionan, por favor, no podemos ser una familia feliz no lo vamos a ser nunca y nadie en especial tiene la culpa. Un amigo me llamó por teléfono buscando ayuda, eso fue lo que le ofrecí, sentí su pena, como de costumbre me pongo a succionar sensaciones que me rodean. Sin comentarios de mis padres, siempre. Durante el almuerzo mi papá comenzó a hablar que tenga cuidado con los dramas falsos, con los imbéciles hijos de puta que te pintan cuentos. Gracias papá, de seguro es por eso que he crecido sin amistades de verdad y ya no tengo pena en decirte lo infeliz, la absurda soledad en la que suelo vivir. Todo eso fue el comienzo de un sábado de tortura, de mi asesinato espiritual total. Hablamos del futuro.
Seamos claros, por favor, mi papá se muere por que yo sea abogada. Penal, como él. Que me dedica al derecho, que gane mucho dinero y pueda mantenerme sola cuando sea grande, me pone como ejemplo a mis hermanas, me cuenta lo duro que era con ellas y yo me pregunto ¿Hay alguna diferencia entre yo y ellas? ¿No es acaso de manipular mi vida así como lo hizo ya antes? El único problema, es que yo nunca le pido nada, si mi padre decide no hablarme en tres meses, créanme que me importa un reverendo bledo.
Dejé de quererlo como antes cuando me enteré que no me considera nada especial, a penas sabe lo que me gusta, siempre me ha criado como quiso, como lo criaron a él, sin amor, sin sensaciones tiernas, solamente con una visión destructiva de lo que es la vida. Cuando yo tenía cuatro años comenzó a hablarme de la maldad del mundo, pero nunca, NUNCA, me ha contado cosas bonitas de allá afuera.
Entonces fue que crecí y me volví una persona siniestra, negativa, pesimista, triste. Solitaria, sobre todo, porque cuando no me bromeo ni me codeo con mis amistades, me siento un ser miserable, infeliz. Si mi propio padre me dijo que soy una vergüenza para la sangre, para la familia ¿Cómo demonios me debería de sentir? Si mi papá me dice que la vejación y la humillación es la mejor manera de disciplinar ¿Qué debo de entender? ¿Que soy algo más que un animal al cual se puede maltratar como si no fuera pensante? Papá, papá... todos los problemas mentales que tengo, están en tus manos, todo, absolutamente todo, es tu culpa.
Si llego a ser la abogada penal que quieres que sea, si dejo mis sueños de Literatura y me arranco todo lo que amo del espíritu, lo más probable es que me muera siendo infeliz, muy infeliz. Y para ese momento, iré a verte y te diré que nunca te perdoné por haberme malogrado la existencia, porque por tu culpa me lleno la garganta de bilis y los ojos se me enrojecen por un llanto de frustración.
Estoy sangrando, siempre he sangrado por dentro, papá.
Y toda esa sangre, tiene tu nombre.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

No podemos cambiar a nuestros padres, pero lo que sí podemos es elegir nuestra propia vida. Ellos sólo nos crian, nos crian mal o bien, pero la cuestión es lo que harás con tu vida,no lo que ellos quieran.

Anónimo dijo...

Si quieres seguir Literatura, síguela, ámala, vívela, porque sólo hay una vida.

Anónimo dijo...

Yo en verdad quiero que seas feliz. Es raro que aunque no te conozca, te deseo toda la felicidad que tu alma pueda albergar.

Anónimo dijo...

El ser padre o madre es tan difícil, y es por eso que se cometen equivocaciones, el punto es saber reaccionar ante ellas: dejarte llevar o pensar a conciencia.

Anónimo dijo...

Quisiera aconsejarte el libro: "Los 7 hábitos de los adolescentes altamente efectivos"
Para mí es un gran libro

Anónimo dijo...

Ojalá lo leas, si es que no lo has leído.