El colegio East Coast High School era un colegio especial. Tenía grandes murallas que ya tenían más de 20 años en el mismo sitio, dando un aspecto de perfecta instrución y poder absoluto sobre los alumnos. La clase de colegio que los padres se imaginan.
Escondido tras murallas de piedra y religión, East Coast High School guardaba secretos oscuros que los padres ignoraban, los profesores trataban de olvidar y los alumnos comentaban en susurros y debatían sobre probabilidades en los recreos.
Cosas que la verdad no deberían de divulgarse (o quizás si).
Que los alumnos se sexto grado se encerraban a besarse en el auditorio por la tarde.
Las chicas del ultimo año se tomaban fotografías extrañas en los vestidores.
La bisexualidad no era cosa de otro mundo.
Los chicos de segundo de secundaria abusaban de los más débiles de su clase.
Los chicos de segundo de secundaria abusaban de los más débiles de su clase.
Las parejitas de sétimo grado se daban 'piquitos' en los pasadizos.
El ateísmo y hasta el satanismo ya habían llegado hace mucho.
El alcohol era normal, fuera y dentro del colegio.
Así como no llegar en la mañana y pasarse el día en la calle, usando el uniforme.
O hasta los alumnos teniendo sexo en la parte trasera de los autos.
Y cumpliendo fantasías en las computadoras durante la clase de inglés. Sí.
Todo podía pasar en el colegio East Coast High School. Total, nadie se enteraba de lo que los alumnos hacían y si alguien era testigo no valía la pena hablar, no había persona que te creyera semejantes barbaridades.
Es un colegio privado de alumnado respetable.
Si por favor... una dosis de ingenuidad no nos puede matar más.
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