Hoy jugamos a las escondidas en la oscuridad del Parque de Diversiones de mis sobrinos, nos tiramos pelotas y dimos vueltas en el carrusel hasta que quisimos vomitar y nos tiramos al piso. Kiomi se fue temprano y Rossie volvió a casa con su papá. Para ese momento ya estábamos a la mitad de camino, cuando el carro se detuvo.Pero esa es la parte negra de la historia.
Grabé como jugamos carritos chocones y con aspecto de ebrios sin remedio (culpa de las vueltas del carrusel y el cansancio) hablábamos tonterías en el sofá de la sala de espera.
Y pensar que todo comenzó porque nos reunimos para hacer una poesía coral sobre sembradores, pan y blablabla.
Me he dado cuenta que las personas mas geniales están donde menos te las esperas, pero saliendo de la parte agradable de la historia, así como te das cuenta de las buenas personas también te das cuenta de quienes son verdaderamente malos y jamás van a aprender la lección y seguirán siendo iguales por el resto de sus vidas.
Gritar a personas de tu edad te hace sentir mayor.
Ser gritado por personas de tu edad, te hace sentir como un mocoso.
Pero hoy ha sido distinto, cuando estábamos finalmente en el silencio y frío de la noche, tirados en el sofá de la sala de espera, transpirando y con los ojos cerrándose por el cansancio, nos dimos cuenta que de verdad todos aún seguimos siendo unos niños, pese a todo lo que hacemos para demostrar lo contrario.
Además de esa hubo otra conclusión.
Nos dimos cuenta que de verdad... todos somos amigos.
Los quiero ♥
Ro&Me&Jo&Ma&Al&Ki&Lu&Sa&Bru&Ka
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