domingo, 28 de marzo de 2010

Luna

Sentado en la cama y apoyado contra la pared, me mirabas buscar algo en el ropero, entre tantos collares, anillos, baratijas y chucherías que nunca ordené bien. Saqué los collares.
-¿Quieres la luna o el sol?- pregunté, levantándolos en el aire.
-La luna.
-Ok.
Pero el collar se cayó en el borde de la cama y la pared.
-¡La luna, la luna!- exclamaste tratando de encontrarlo.
El collar de luna no apareció. Se perdió entre esa oscuridad tan angosta y ni tu ni yo lo volvimos a ver.
Me mandaron un mensaje al teléfono donde me decían que sabían donde vivía, la edad que tenía, dónde vivía y que irían a buscarme si no aceptaba a obedecer lo que mandaban.
Miraste el teléfono aterrado, apoyado en la mesa de vidrio.
Mi mamá habló con con una voz deforme que salía de los altavoces.
Y entonces, me desperté.

No hay comentarios: