Todo mi sábado reducido a pedazos e intervalos raros de tiempo indefinido. Hay remodelaciones por toda la casa y los trabajadores vienen por la mañana; me despertaron algo temprano para que mudara mi sueño a la sala. No pude dormir, pero una fuerte alergia me atacó y hasta hace un par de horas, no podía dejar de estornudar.Desayuné, estuve jugando Solitario para distraerme un poco y leyendo mi tercer libro de Millenium hasta que comenzó a atacarme un extraño malestar.
Tomé un vaso de Coca Cola que mi mamá había traído y me tiré al sofá a taparme con una manta y mirar el techo.Se me aceleró el pulso y según cifras, mi presión arterial bajó. Mi mamá dijo que era un traste inservible ese brazalete raro para medir presiones y se fue.Acabo de despertar después de más o menos de profundo y caluroso sueño. No sé si es porque tengo fiebre o porque de verdad está haciendo mucho calor. Ya no estornudo, pero puedo sentir ese cosquilleo anónimo de quien está a punto de.
El almuerzo sabe a nada a pesar de estar delicioso, la casa está hecha un caos tablas, muebles y olor a pintura y químicos para construcción. Si en algún momento he tenido una idea de lo que un limbo podría ser, probablemente haya sido esta. La primavera parece por las ventanas, no he hecho nada más que descansar y sobrevivir a este malestar durante todo el sábado y eso me enoja en sobremanera.
Mi deseo inicial era pasar el día leyendo mis lecturas para la universidad y pronto, tendré medio día desperdiciado por este extraño bajón de presión arterial. Me invitaron a beber durante la noche, pero en este deplorable estado no podré hacer otra cosa que permanecer en casa, escuchar Starfucker, Mozart y seguir leyendo a Stieg Larsson con devoción. De alguna manera, siento que si vuelvo a acostarme a dormir, no voy a despertar hasta mañana.
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